El Partido Progresista (PP), que tiene la cuarta minoría en la Cámara de Diputados de Brasil, anunció este martes su ruptura con la presidenta Dilma Rousseff y su decisión de votar a favor de que responda a un juicio con miras a su destitución.
La decisión del PP fue anunciada tres días antes de que la Cámara baja inicie una votación crucial, en la que definirá si el proceso contra Rousseff avanza hacia el Senado, que tendrá la palabra final sobre la posible apertura del juicio contra la mandataria.
«El partido sale (del Gobierno) unido, porque la mayoría ha deliberado y decidido apoyar el proceso» contra Rousseff, declaró el jefe del grupo del PP en la Cámara baja, Aguinaldo Ribeiro.
El PP, con 47 diputados, tiene la cuarta minoría en la Cámara Baja, y la decisión anunciada hoy sigue el camino trazado por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), primera minoría con 68 escaños y que ya se apartó del Gobierno.
La segunda minoría es del Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff, que suma 58 diputados, pero la tercera es del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con 50, lo que significa que de las cuatro grandes fuerza en la Cámara Baja la mandataria sólo cuenta con una.
En los últimos días, el Gobierno había coqueteado con el PP, al que pretendió seducir con ofertas de cargos en ministerios.
Sin embargo, con la decisión anunciada hoy, esa formación decidió que entregará la cartera de Integración Nacional, hasta ahora a cargo de Gilberto Occhi, dirigente de esa formación de derechas, que se ha sumado ahora a la oposición, al igual que el PMDB.
Este último partido es liderado por el vicepresidente Michel Temer, a quien Rousseff acusó este martes, en un encendido discurso, de ser «uno de los jefes de la conspiración» que, en su opinión, se está gestando en el Congreso para despojarla de su mandato.
«Cayeron las máscaras de los golpistas», declaró Rousseff, quien aludió a un audio divulgado por Temer este lunes «por error», en el que el vicepresidente parece dar como un hecho la destitución de la mandataria y pide construir un Gobierno de «salvación nacional».
El polémico audio, cuya difusión el propio Temer atribuyó a un «error», fue conocido este lunes, cuando una comisión parlamentaria decidió que existen razones jurídicas para un juicio político contra Rousseff y remitió el asunto al pleno de la Cámara de Diputados.
Antes, ya habían abandonado el Gobierno los partidos Republicano Brasileño (PRB) y el Laborista Brasileño (PTB), que en conjunto suman 40 diputados.
Aún cuando algunos de los diputados de esas formaciones voten a favor de Rousseff, esos partidos engrosarán las fuerzas favorables al proceso contra Rousseff, que necesitan 342 de los 513 votos posibles en la Cámara baja para que el trámite llegue al Senado.
En ese extremo, los 81 miembros del Senado decidirán, por mayoría simple, si efectivamente será iniciado el juicio político contra la mandataria.
Si así fuera, Rousseff se tendría que separar del cargo durante los 180 días que tendrá el Senado para concluir el proceso y en ese período debería ser sustituida por Temer, primero en la línea de sucesión y también bajo la amenaza de un juicio político.