Barbara Jatta, de 52 años, será desde el próximo enero la nueva directora de los Museos Vaticanos y la primera mujer en este cargo, pero en una entrevista afirma que espera que la hayan elegido por su currículum y sus 20 años en los Museos y no por ser mujer.
Su nombramiento se ha convertido en un evento mediático al ser la primera mujer que dirigirá el museo de los papas y tras nueve años de dirección del carismático profesor Antonio Paolucci, y afronta con «mucha emoción», pero «total tranquilidad» esta nueva etapa.
Le han pedido entrevistas de todo el mundo, pero es necesario empezar a trabajar lo antes posible y por tanto se ha elegido sólo un grupo de medios, entre ellos Efe, para que se pueda empezar a conocer a la persona que dirigirá uno de los museos más visitados del mundo y seguramente de los más fascinantes.
Recibe a EFE en su despacho, al que se accede después de atravesar parte de los laberínticos pasillos impregnados de arte e historia que cada día visitan miles de personas, y desde dónde se observan unas vistas privilegiadas de los patios del Museo y de la cúpula de San Pedro.
Cada día tendrá que llegar a su trabajo pasando entre los miles de personas que esperan su turno para visitar siete kilómetros de arte que culminan en la Capilla Sixtina y por ello es consciente de que su principal desafío será gestionar el flujo de visitas.
«Quiero dar continuidad a la dirección de Paolucci porque ha trabajado muy bien en la protección y prevención del Museo pero mi primer desafío será gestionar el gran flujo de turistas que llegan a los Museos. A principios de diciembre ya habíamos superado los seis millones de visitas por lo que el número está destinado a aumentar mucho más en estas vacaciones», explica.
Esta filóloga e historiadora de arte y experta en Historia de la Gráfica y del Grabados, no quiere hablar de numeros limitados para el Museo.
Explica que ya se está trabajando en varios proyectos logísticos, pero también didácticos, para que los turistas diversifiquen y no se concentren solo en las Estancias de Rafael y en la Capilla Sixtina.
Se le ilumina la cara cuando detalla que hay otros rincones de los Museos Vaticanos poco visitadas como al museo Gregoriano, Egipcio o Etrusco, y que son «muy interesantes» por todas las obras que exponen».
Habla despacio y con un hilo de voz, pero con gran entusiasmo cuando explica que el museo etnológico reúne casi 80 mil piezas de los cinco continentes y que el papa Pio XI decidió que pudiera verse de manera permanente para demostrar que «la belleza une».
«La belleza une, dice el papa Francisco, y yo quiero que esto sea el lema conductor de todo el Museo Vaticanos».
La videoinstalación supone una renovación para los Museos Vaticanos al incluir arte contemporáneo en su acervo
Sonríe con timidez cuando se le cuenta que el Museo del Prado español está buscando un nuevo responsable tras la marcha del actual y se le pregunta qué características tendría que tener un buen director.
Afirma que hay que tener en cuenta las competencias y las grandes ganas de hacer bien el trabajo, pero añade que, en su caso, lo que ella cree que necesita un Museo es la «armonía».
«Yo busco la armonía entre las personas y las cosas y un buen director tiene que buscar la armonía con el grupo que trabaja contigo, con las instituciones externas y también en la presentación de nuestras obras», explica.
Ante el revuelo que se ha creado por ser la primera mujer en la dirección del museo de los papas, Jatta no le da mucha importancia y asegura que solo siente «el privilegio» de haber sido elegida.
«Quizá ha ayudado el ser mujer porque era un gesto de ruptura con el pasado, pero espero que me hayan elegido a mí por mi currículum y por todo lo que puedo aportar a esta institución prescindiendo del hecho de que sea una mujer», explica.
Asegura que puede dar mucho a los Museos porque llega «desde dentro», los conoce desde que era una joven estudiante y después en la Biblioteca vaticana, donde fue responsable del departamento de libros impresos, y donde ha pasado los últimos 20 años de su vida.
«Me siento parte de este pequeño Estado», asegura y cuenta que su lugar preferido de los Museos es la gran terraza del Belbedere, donde se resume su vida y «vislumbran unas vistas maravillosas de la cúpula de San Pedro, de todo los Museos y de Roma, mi ciudad».
Entre los desafíos que le esperan también conseguir la ansiada visita del papa Francisco.
«El papa Francisco tiene tantas prioridades y no le meteré prisa para que venga a visitar el Museo, me sentiré muy honrada si quiere venir y le recibiremos con honor y cariño cuando querrá venir, pero no le vamos a meter prisa», explicó.
El tiempo de la entrevista termina, pero Jatta llena de entusiasmo continua hablando de sus proyectos como que se renovará la página web para poder mostrar el Museo virtualmente.
Lo importante es comunicar la belleza, repite varias veces durante la conversación como si fuera el lema que acuñará durante su dirección.
nrv