Hace unas semanas, tres grupos de jóvenes volvieron a brillar y a poner en alto el nombre de República Dominicana. Esta ocasión en la “NASA Human Exploration Rover Challenge 2023″, organizada cada año por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
Con los lauros obtenidos, los ganadores dominicanos se sentaron a conversar con reporteros de Listín Diario acerca de su felicidad y agradecimiento por el apoyo recibido de sus compatriotas. Pero también hablaron de las luchas y tropiezos que atravesaron durante los últimos nueve meses.
Estos jóvenes son estudiantes de varios centros de estudios, entre los que figuran la Universidad Tecnológica de Santo Domingo (Intec), quienes integran el equipo Apolo 27; del Liceo Científico Dr. Miguel Canela Lázaro, de la provincia Hermanas Mirabal, participó el equipo Artemis 17 y del Instituto Especializado de Estudios Superiores Loyola (Ieesl) de San Cristóbal, estuvo el equipo Armstrong.
Alentados por sus instituciones estudiantiles, por maestros, familia o por sí mismos, cada uno de estos estudiantes sintió una motivación genuina por la ciencia, destacándose y desarrollando habilidades que los llevaron a competir junto a jóvenes de diversos países, para crear un vehículo que podría ser utilizado en la siguiente exploración de la NASA, Artemis, el cual busca llevar al primer hombre de color y a la primera mujer a la Luna, antes del año 2025.
Para participar en la “NASA Human Exploration Rover Challenge 2023″, los dominicanos tuvieron que enfrentar problemas y vicisitudes. Destacándose varias semanas sin conciliar el sueño debido al trabajo y preparación constante. Además, sintieron frío y una presión incesante durante todo el trayecto.
Los ganadores del premio Jeff Norris y Joe Sexton Pit Crew Award (Equipo de Mecánicos), el equipo Armstrong de Loyola, tuvieron que enfrentarse a un ´susto´, pues el vehículo en el que trabajaban se descompuso en una ocasión, viéndose obligados a recurrir a estrategias para repararlo.
“El rover, el vehículo, se descompuso. Hubo que buscar algunas piezas las cuales no se encontraban con facilidad. Buscamos muchas alternativas, nos ayudaron ingenieros de la NASA”, detalló Román Jáquez, el líder de equipo.
Asimismo, los estudiantes pertenecientes al equipo de Artemis 11, del Liceo Científico, quienes obtuvieron el premio Frank Joe Sexton Memorial Pit Crew Award-High School Division, expresaron que uno de las mayores situaciones a las que se enfrentaron fue con la transmisión del “rover”, ya que este “fue un problema constante”, sin embargo, con esfuerzo y trabajo en equipo pudo solucionarlo.
“No estamos hablando de que amanecí tres días, una semana, sino que amanecimos meses. Eso implicó que, cuando nos felicitaron y nos llamaron para recoger el premio, fue de mucha emoción, se sintió que realmente todo ese esfuerzo y ese sacrificio valió la pena”, cuenta Néstor Sosa, estudiante de Ingeniería mecatrónica y sub capitán del equipo Apolo 27 de Intec.
Ganadores
“Como una explosión de emociones, fue algo inexplicable ver que todo lo que habíamos hecho hasta el momento había rendido sus frutos”, describió Ángel Peña, quien es estudiante de ingeniería en sistemas y asistente de Telemetría, la sensación de escuchar el nombre del Apolo 27, el equipo al que pertenece, cuando este fue seleccionado como parte de los ganadores con los premios “The Most Improved Award” y el “Spirit Award”.
“Desde el fondo de mi corazón, yo sí tenía la fe y la confianza de que sí íbamos a ganar, pero yo no había pensado cómo se iba a sentir ese momento”, manifestó Carla Polanco, estudiante de Ingeniería Industrial y funding manager, del mismo equipo.
Por parte del equipo Armstrong, Nicolás Benzán habló sobre su experiencia en general, calificándola como “muy gratificante”, agregó que “siendo esta nuestra primera vez participando en una competencia internacional de tal calibre que es la Nasa, dimos todo lo posible para representar tanto nuestro nombre como nuestra institución”.
Bajo el lema del equipo, “tiros ultra, más allá”, Jeilyn Lara, manager Stem, también del equipo Armstrong, sostuvo que el año pasado ni se imaginaban estar “en las grandes ligas”, sin embargo, el galardón con el que resultaron ganadores premia el esfuerzo y el trabajo en equipo, por lo que ven que los resultados en general han sido buenos.
Disciplina y constancia
Por supuesto, los jóvenes tienen algunos consejos que ofrecer a aquellos que al igual que ellos desean incursionar y abrirse paso en el camino de la ciencia. Varios de ellos coinciden en que la disciplina es la clave para alcanzar las metas, tanto dentro de la competencia como fuera de esta y que no existen límites para lograr lo que se anhela.
Los chicos del equipo Artemis 17, Adriel Tálamo, Ylen Duarte y Francisco Vásquez aconsejan a los jóvenes a “aprovechar todas las oportunidades”, y entrar en proyectos extracurriculares, pues de esta manera sugieren a quienes les gusta el mundo de la ciencia puedan tener una experiencia inmersiva.
John Pérez, de Armstrong, aconseja a “que no pierdan la motivación, que pueden lograrlo, y que si se lo plantean y sueñan con eso, solamente tienen que trabajar para materializarlo y puedan lograrlo, solamente puedan buscar la ayuda de las personas que les pueden dar los consejos necesarios que puedan guiarlos en este emocionante camino”.
“Pero la clave de todo, es la disciplina”, agregó Román Jáquez, líder del equipo mientras que Jeilyn, finalizó diciendo que “el cielo no es el límite, el límite lo pones tú”.
De Apolo 27, el maestro Ezequiel Díaz, profesor de ingeniería y director del equipo, les aconsejó a los jóvenes “que pongan a Dios primero, que abracen la excelencia y que sueñen en grande”.
Fuente-Listin Diario.