«El papa Francisco ha querido dar un signo de acogida a los refugiados acompañando a Roma en su mismo avión a tres familias, doce personas, de las cuales seis son menores de edad», indicó el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, quien precisó que la iniciativa fue tomada con el permiso de todas las autoridades competentes.
El vocero papal contó que «la acogida y la manutención de las tres familias correrá a cargo del Vaticano. La hospitalidad inicial estará garantizada por la Comunidad de San Egidio», una organización católica italiana que se encargará del bienestar de esas tres familias de religión musulmana.
Las familias sirias se encontraban en los campos de refugiados de Lesbos antes del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía. Dos de ellas provienen de la ciudad de Damasco y una de Deir Azzor, ambas son zonas ocupadas por la organización terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y sus hogares fueron bombardeados por los yihadistas.
La decisión de Francisco se dio luego de la visita a la zona afectada donde el Sumo Pontífice se manifestó con «profunda tristeza» y pidió que el mundo responda de una forma «digna» para resolver la «catástrofe humanitaria más grave después de la Segunda Guerra Mundial», según sus palabras.
Estuvo cinco horas en Lesbos, escuchó testimonios de numerosos refugiados en el campo de Moria, donde hay más de 3.600 personas en condiciones críticas de hacinamiento.
Desde el inicio de su pontificado en 2013, el Papa se comprometió a dar ayuda a los migrantes y refugiados, y pidió a las parroquias de toda Europa que abran sus puertas a las familias de todos aquellos que han tenido que huir por el hambre y las guerras.