Desde tiempos inmemoriales pensamos que el mayor consumo de vino se produce en aquellos países con mayor tradición o con una producción más cuantiosa. Grecia, donde todo tuvo su origen, y luego España, Francia, Italia y más recientemente Argentina o Chile.
Sin embargo, de acuerdo con una investigación del Wine Institute, con sede en California, el consumo anual per cápita arroja cifras llamativas y descubre naciones donde esta bebida forma parte del día a día, como si se tratara del pan o del agua.
En el primer lugar de la lista establecida tras esta encuesta aparece la Ciudad del Vaticano, un territorio con autonomía y legislación propia, considerado un microestado y enclavado dentro de Roma, la capital italiana.
Es en este estrecho espacio dentro del mapa romano, en el que justamente radica la Santa Sede de la Iglesia Católica, donde más se consume vino en el mundo, con un impresionante promedio por persona de 54, 26 litros al año.
Esta peculiaridad tiene su base en lo exiguo del territorio vaticano y en la concentración en su interior de hombres de una edad considerable, quienes históricamente resultan los mayores consumidores de este brebaje. Por otra parte, el hecho de que el vino forme parte de la liturgia de la iglesia católica promueve mayores niveles de importación, venta y consumo que en otros países del mundo.
En segundo lugar se encuentra el Principado de Andorra, una diminuta nación europea emplazada en los Pirineos, entre España y Francia, donde sus poco menos de 80,000 habitantes consumen una cantidad de 42,5 litros de vino al año.
Llama la atención en esta lista que Francia, uno de los grandes productores de vino de todos los tiempos, se ubique tan solo en el quinto lugar de esta clasificación, con un consumo per cápita de 42, 51 litros en 12 meses, al tiempo que otros “históricos” como Italia, con 33,30 litros, y Grecia, con 27, 86 litros, se encuentren en las décima y decimotercera plazas, respectivamente.
Resalta llamativo que Uruguay, con 29,19 litros por persona, sea el único país no europeo que aparezca en esta clasificación de 15 naciones donde más vino se ingiere, mientras que Australia, con 24,53 litros, ocupa el lugar 16, y Argentina, con 23,46, se reserva la décimo novena plaza.
Igualmente curioso resulta que España, uno de los países donde el vino se encuentra más vinculado tanto a su dieta como a su imagen hacia el mundo, se halle en el lugar 29, con tan solo 21,26 litros consumidos por una persona en un año.
En cuanto a Estados Unidos, a pesar del auge del mercado vinícola en la región de California, su enorme densidad poblacional y la preeminencia del consumo de la cerveza en sus tradiciones lo colocan por debajo del número 50 en este listado.
