Educadores pretenden infundir amor por los bosques para saber aprovecharlos

    515
    0
    Compartir

    Para saber aprovechar los bosques de forma sostenible primero hay que aprender a amarlos, expusieron el miércoles educadores de distintas regiones del mundo reunidos en Roma durante el Comité Forestal de la FAO.

    La directora del grupo ecológico Sierra Gorda de México, Martha Ruiz, abogó en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por implicar a todos los actores en la conservación de la naturaleza, “enseñando del gobernador a la madre que hace educación ambiental desde la cocina”.

    Más de 600 comunidades viven en la reserva de la biosfera Sierra Gorda, a unos 300 kilómetros al norte de Ciudad de México, donde poseen casi todas las tierras.

    “No por vivir en los bosques esas personas tienen por qué conocerlos”, precisó Ruiz, que trabaja en la zona “reeducando y enseñándoles amor” por esos ecosistemas con iniciativas como festivales forestales o la restauración del medioambiente con ayuda de expertos.

    Destacó que han ampliado el diálogo a los socios de fuera de la zona, incluidos Gobiernos y empresarios, para obtener rendimiento económico y soluciones “alternativas” de desarrollo, basadas en valores como “el agua, el carbono o la belleza” en favor de las comunidades locales.

    En Filipinas, la especialista Janet Martires, del proyecto “Kids to forest” (Niños al bosque), explicó que llevan a grupos de niños a pasar varios días en el “gran laboratorio” que son los bosques, en donde muchos de ellos no han estado antes.

    Allí duermen con las comunidades locales y “ven el significado de los bosques” y cómo estos se pueden sostener al tiempo que se generan ingresos, añadió.

    Según el secretario ejecutivo del Foro Forestal Africano, Godwin Kowero, en África muchos menores conocen ese tipo de naturaleza de manera “indirecta”, pues han acompañado a sus padres tradicionalmente a recoger madera o frutos, o a pastorear con los animales en esos sitios.

    Sin embargo, con el crecimiento reciente de las ciudades y la emigración del campo, ese contacto se está perdiendo y hace falta potenciar los conocimientos en la escuela y la universidad para apreciar esos recursos y emplearlos de manera adecuada, aseguró Samuel Agyemang-Tutu, de la Asociación Internacional de Estudiantes Forestales.

    La profesora de la Universidad de Oregón (Estados Unidos) Janean Creighton opinó que “los bosques, que se han convertido en un asunto político y económico más que ecológico, representan una plataforma para hablar del desarrollo sostenible”.

    A su juicio, cada vez más los estudiantes cursan programas más amplios e interdisciplinares para la gestión de los recursos naturales y no tanto centrados en disciplinas específicas como la silvicultura o la ingeniería forestal.

    No hay comentarios

    Dejar una respuesta