Los ejércitos de Estados Unidos y Reino Unido bombardearon el lunes ocho emplazamientos utilizados por los hutíes en Yemen, la segunda vez que ambos países llevan a cabo ataques coordinados contra instalaciones de lanzamiento de misiles de los combatientes yemeníes.
De acuerdo con funcionarios, Estados Unidos y el Reino Unido lanzaron misiles Tomahawk desde buques de guerra y submarinos, y emplearon también aviones de combate, para atacar depósitos de misiles, drones y lanzadores de los hutíes. Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para poder discutir una operación militar, dijeron que Australia, Bahrein, Canadá y los Países Bajos contribuyeron a la misión con inteligencia y vigilancia.
En un comunicado conjunto, las seis naciones afirmaron que los ataques se lanzaron específicamente contra un centro de almacenamiento subterráneo y contra emplazamientos relacionados con las capacidades de vigilancia aérea y de misiles de los hutíes.
«Nuestro objetivo sigue siendo reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el mar Rojo, pero… no dudaremos en defender vidas y el libre flujo del comercio en una de las vías navegables más críticas del mundo frente a las continuas amenazas.»
El Ministerio de Defensa británico confirmó que cuatro aviones Typhoon de la Real Fuerza Aérea atacaron «múltiples objetivos en dos emplazamientos militares en las proximidades del aeródromo de Saná» con bombas de precisión.
Hace 10 días, buques de guerra y cazas estadounidenses y británicos atacaran más de 60 objetivos en 28 localidades. Esa fue la primera respuesta militar de Estados Unidos a la campaña de ataques con drones y misiles de los hutíes contra buques comerciales desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza en octubre.
La oficina de medios de comunicación de los hutíes dijo en un comunicado publicado en línea que las incursiones tuvieron como objetivo la capital de Yemen, Saná. Y Jamal Hassan, un residente del sur de Saná, dijo a The Associated Press que dos proyectiles cayeron cerca de su casa. Un periodista de la AP en Saná también escuchó aviones sobrevolando los cielos la noche del lunes.
