Los reguladores de Estados Unidos autorizaron el miércoles la vuelta a los cielos del Boeing 737 MAX, casi dos años después de su inmovilización debido a dos accidentes que dejaron 346 muertos en cinco meses.
La aeronave no volverá sin embargo a volar de forma inmediata en todo el mundo, pues las autoridades de aviación de otros países han decidido realizar sus propias certificaciones.
La agencia federal de aviación estadounidense (FAA) precisó en su comunicado que aún debe aprobar la formación necesaria para los pilotos antes de cualquier vuelo del 737 MAX sobre el espacio aéreo de Estados Unidos.
Aún así, el jefe de Boeing, David Calhoun, dijo que la decisión constituye “una etapa importante”.