Estados Unidos anunció el martes nuevas restricciones a las visas de trabajo muy utilizadas en el sector alta tecnología.
La medida apunta a las visas H-1B otorgadas cada año a 85,000 empleados «calificados y especializados», entre ellos ingenieros, especialistas en datos o desarrolladores contratados por empresas de Silicon Valley.
Ese programa buscaba aliviar la escasez en el mercado de trabajo «pero fue más lejos y a menudo en detrimento de los trabajadores estadounidenses», dijo el departamento de Seguridad Interior en un comunicado.
Casi medio millón de estadounidenses fueron penalizados por ese régimen que también provocó un estancamiento de los salarios en algunos sectores, indicó la nota.
A menos de un mes de la elección en la que el presidente Donald Trump busca un segundo mandato, el gobierno decidió publicar una definición más restrictiva de lo que considera empleos «especializados». También busca obligar a las empresas a hacer «reales» ofertas de trabajo en Estados Unidos y reforzar los controles de las visas H-1B.
Las nuevas reglas, cuyos detalles aún no se conocen, empezarán a regir en los 60 días posteriores a su publicación. El departamento atribuye la urgencia al impacto de la pandemia en el empleo.
«La seguridad económica incumbe a la seguridad naciona», dijo el secretario Chad Wolf citado en la nota. «Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que la prioridad sea el trabajador estadounidense», añadió.
El gobierno ya había decidido en junio congelar hasta fin de año las principales visas de trabajo, incluidas las llamadas tarjetas verdes y las H-1B, lo cual generó el enojo de los gigantes de internet.
Un juez federal de San Francisco había ordenado suspender algunas restricciones por considerar que el gobierno obró por encima de sus facultades.
La nueva medida también podría ser impugnada en la justicia.