Efectos del petróleo de Texas en República Dominicana

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Santo Domingo, DR. El aumento de los precios del petróleo en Texas es un efecto en cascada inmediato sobre los costos del combustible en la República Dominicana.

Este es el referente número uno en nuestro país caribeño, con una flota de vehículos de 4,842,367 unidades de autos de diversas marcas, estilos y utilidades.

En cuanto los precios del producto extraído de Texas y comercializado en Nueva York se disparan y, de ahí en República Dominicana, los consumidores comienzan el ritmo de una consecuente y contundente subida.

Como ese fue el tema recurrente de otros años y los acuerdos de competitividad que tienen en cuanto a oferta y demanda, no debe sorprender un aumento en los precios de los combustibles en este país.

Sin embargo, por alguna poderosa razón, el gobierno ha mantenido congelados los precios del combustible desde el primer trimestre de este año, para sorpresa de los consumidores.

La medida es alentadora y extraña, al mismo tiempo, en un país donde este año se sumaron 207.491 unidades más al parque de vehículos que en 2019.

Todo parece indicar que las autoridades, básicamente el Ministerio de Industria, Comercio y las MIPYMES, han encontrado la forma de mantener la estabilidad de precios, al menos por un tiempo.

No es habitual que un gobierno que prácticamente está iniciando un mandato y se ve obligado a soportar la carga económica de comprar vacunas contra el Covid-19, deje de percibir ingresos por carácter comercial dentro de todos los establecimientos legales.

No todos los días sin llegar a tiempo para campañas políticas o tácticas administrativas cuestionadas, es posible mantener los precios de los productos al alza en todas partes del mundo.

Por ejemplo, el petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró esta semana con un retroceso del 1,5% y se situó en 71,04 dólares el barril, según datos proporcionados por el banco central estadounidense.

Los contratos de futuros del WTI para entrega en julio recortaron US $ 1,11 en comparación con el cierre del día anterior al cierre de operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex).

El crudo de referencia en los Estados Unidos ha cambiado su precio en el grado más alto en dos años y medio.

Este producto había obtenido ganancias notables basadas en la reapertura de las economías mundiales, de la mano de las expectativas globales de superar muy pronto la pandemia de salud.

Todo parece indicar que la Reserva Federal no tomó las medidas necesarias y ahora se ve obligada a elevar sus perspectivas de inflación.

Incluso se ha hablado de retirar los estímulos comerciales, anticipando una escalada en los precios de los combustibles.

Así es como el precio intermedio del petróleo de Texas cerró esta semana ha superado la barrera psicológica del miedo a la subida de costes y manteniendo su valor más alto de los últimos dos años.

Esto significa que en esta quincena de junio de 2021 todo vuelve al punto de partida antes de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) asegurara que el mercado energético se recuperaba a buen ritmo. Esta declaración incluyó la precisión de que la demanda global volvería a niveles prepandémicos para fines de 2022, insistiendo en que la OPEP abra sus grifos.

Sin embargo, en República Dominicana, las estrategias parecen ser más leales a las necesidades de la gente.

Por tanto, el ministro Víctor (Ito) Bisonó tendrá que afrontar una nueva batalla que comienza con el shock que acaban de provocar los precios globales de la energía, el petróleo y sus derivados.

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