Los que quieran abandonar Sanya deberán dar negativo en cinco pruebas PCR en un margen de siete días. Desde principios de este mes se han contabilizado 983 nuevos casos
Por tercer día consecutivo alrededor de 80.000 turistas permanecen varados en Sanya, en la isla meridional china de Hainan, luego de que las autoridades cancelaran todas las frecuencias de vuelos y trenes por un rebrote de Covid desde el sábado, cuando se pasó de 24 positivos a 127 en un solo día.
De acuerdo con lo informado por el gobierno de la isla, los turistas que quieran abandonar la zona deberán dar negativo en cinco pruebas PCR en un margen de siete días. Desde principios de este mes se han contabilizado 983 infecciones de COVID-19.
Mientras cientos de personas intentan conseguir un boleto para volver a sus hogares sin poder lograrlo, otras se han quejado de que el costo de quedarse más tiempo es excesivo. Por ello, los hoteles han tenido que reducir a la mitad los precios para sus huéspedes durante el confinamiento. Sin embargo, algunos turistas han denunciado que los lugares donde se están hospedando han incrementado sus tarifas hasta cuatro veces.Personas en cola para pruebas de PCR en Sanya. Reuters
Diversos hoteles y casas de hospedaje aclararon que esto es culpa de los intermediarios y que ellos solo podían modificar el precio en sus páginas web.
Las restricciones en Sanya, conocido como el “Hawaii chino” llegan durante la temporada alta de turismo. Los servicios esenciales como supermercados y farmacias permanecen abiertos, pero los lugares de entretenimiento están cerrados desde la semana pasada.
Sin embargo, Sanya no es la única ciudad que se ha cerrado en los últimos meses. Alrededor de un millón de personas en Wuhan, la ciudad en el centro de China donde se registró por primera vez el covid-19, enfrentaron nuevas restricciones el mes pasado después de que se confirmaron cuatro casos asintomáticos.Personal médico atienden a pacientes con COVID en Wuhan. Archivo
China mantiene una estricta política contra el coronavirus y las medidas adoptadas han generado preocupación por el impacto que tendrá en la economía.
Aunque la llegada de la variante ómicron ha puesto en jaque esa estrategia, Pekín insiste en que seguirá empleándola ante cualquier rebrote que pueda surgir.
Fuente-infobae.