El Licey lo apuesta todo para derrotar este martes a Curazao (4:30 pm) y acercarse a la clasificación de la Serie del Caribe de Miami, cuyo equilibrio de los primeros cinco días augura que habrá que esperar hasta la última jornada para definir los cuatro equipos que llegarán a la semifinal.
Tras la abultada derrota ante los mexicanos Naranjeros de Hermosillo el domingo (9-1) el margen de error se reduce al mínimo, en la hoja de ruta diseñada por los añiles con el objetivo de repetir la corona regional.
Tanto los felinos como la representación del Caribe Sotavento llegan al choque de hoy (Digital 15) con 2-2 y todas las opciones del derrotado en el partido entre ambos pasarán por ganar el miércoles y mirar la pizarra… el escenario que nadie quiere.
Los curazoleños tienen un equipo repleto de veteranos con experiencia de liga mayor como Jurikson Profar, Andrelton Simmons, Jonathan Schoop y Didi Gregorius.
El lunes, en el día libre de los dominicanos, además de descansar a los jugadores, al cuerpo técnico le tocó recordar que las estadísticas sueltas no dicen la verdad completa, sobre todo en un torneo corto, con pocos datos como para marcar tendencia.
Tras jugarse los primeros cuatro días en el LoanDepot Park los duartianos eran segundos en bateo (.260), solo detrás del sotanero Nicaragua (.367). Pero eran cuartos en carreras anotadas (12) y segundos en hombres dejados en las bases (28).
Ha faltado oportunismo. El equipo de Gilbert Gómez va de 32-8 (.250) con corredores en posición de anotar y en la mitad de los juegos solo pisó la goma en una ocasión.
Desde el montículo, la efectividad colectiva de los brazos (4.00) es la quinta y al pitcheo dominicano es el segundo al que la oposición le batea más (.272).
Los dominicanos concluyen su calendario el miércoles ante los panameños Federales de Chiriquí (4:30 pm), un partido donde puede estar en juego tanto algún boleto como el orden de juego en la semifinal.
Canó: «¿Retiro, yo no soy médico ni ingeniero»
Robinson Canó, que refuerza a un equipo dominicano en la Serie del Caribe por tercera vez, afronta su primer año fuera de nómina de una organización de la MLB desde 2001 y, tras ganarse más de US$262 millones, escucha ofertas para jugar en el verano.
«No me cierro las puertas a nada y escucho cualquier oferta. Lo que dicen sobre mi retiro, eso para mí son motivaciones. Cada quien tiene derecho a decir lo que quiera, ya sea positivo o negativo. Para mí, lo veo como algo positivo. Seguir preparándome y agradecer a todo aquel que ha confiado en mí. Lo negativo, siempre va a existir», le dijo Canó al diario puertorriqueño El Nuevo Día.
El petromacorisano estaría evaluando ofertas que ha recibido de la pelota de verano mexicana, una señal de lo lejos que está el retiro en sus planes.
«Sé que mucha gente me dice ´¿pero y qué fiebre es que tú tienes de pelota?´ Pero, de verdad, yo no soy abogado, ni ingeniero, ni doctor y esto es lo que yo amo, lo que me gusta y gracias a Dios que aprendí con esas leyendas que tuve el chance de jugar como (Derek) Jeter, Alex (Rodríguez), (Jorge) Posada, Mariano (Rivera), (Gary) Sheffield, todas esas personas, como ellos se preparaban y siempre me quedé con eso, porque siempre que salgo a jugar me gusta dar lo mejor de mí», agregó.
Canó, de 41 años, no jugó por primera vez en las Grandes Ligas en 2023 desde que debutó en 2005, aunque sí recibió su desembolso de US$24 millones. También ha jugado en la liga Baseball United en el Oriente Medio y Sudeste Asiático.