Sin hacer una referencia explícita a los abusos sexuales perpetrados por el clero, el papa Francisco pidió este miércoles a un grupo de obispos que trabajen para garantizar que los «crímenes» en el seno de la Iglesia «nunca se repitan».
«Soy consciente de la valentía con la que han afrontado los momentos difíciles de la historia reciente de la Iglesia en este país, sin temor a la autocrítica y a pesar de la mortificación y gran sacrificio», dijo en la Iglesia San Mateo de Washington.
«Soy consciente de lo mucho que el dolor de los últimos años ha pesado sobre ustedes, y apoyo su generoso compromiso en llevar sanación a las víctimas (…) y en trabajar para garantizar que estos crímenes nunca se repitan«, agregó.
Las víctimas de la Iglesia Católica en los últimos años han sido personas que afirman fueron abusadas por sacerdotes.
En California, por ejemplo, la Arquidiócesis de Los Ángeles debió revelar en 2013 por orden de un juez la información sobre lo sucedido allí.
En ese momento, documentos analizados por Univision Noticias mostraron cómo el monseñor encargado de manejar los casos de abuso sexual propuso estrategias para evitar que la policía investigara a tres sacerdores que habían confesado a oficiales eclesiásticos los abusos cometidos.
Palabras «insuficientes»
Para Manuel Vega, una de las víctimas en esa arquidiócesis, las palabras de Francisco este miércoles fueron una alusión al escándalo de los abusos sexuales.
Las consideró «insuficientes», a la vez que lamentó que el pontífice no hiciera un espacio en su periplo por Estados Unidos para reunirse con ellos.
«Son solamente una referencia a las víctimas y nunca ha hablado con las víctimas directamente. Si él de verdad quiere sentir el dolor, si quiere conocer a las víctimas, tiene que hablar con nosotros personalmente. Cómo me gustaría hablar con el Papa personalmente», afirmó Vega, de 49 años, a Univision Noticias.
«La Iglesia no ha hecho lo suficiente por las víctimas. Se ganaron casos en la corte, se pagó dinero, pero el dinero no es nada. Yo quiero que la Iglesia, quiero que el Papa sea honesto con la gente«, agregó.
El Papa había ofrecido en una misa celebrada en 2013 disculpas por «los pecados de omisión de parte de los líderes de la Iglesia que no respondieron adecuadamente a los informes de abusos».
Posteriormente, creó un tribunal en el Vaticano para castigar al clero acusado de encubrir las denuncias de abusos.
Bergoglio habló de las “heridas” causadas y del “generoso empeño” a favor de las “víctimas” por parte de los obispos, a quienes dijo: “no he venido a juzgaros o a impartiros lecciones”.
“Sé cuánto han pesado en vosotros las heridas de los últimos años”, añadió el pontífice, quien elogió la generosidad con la que los obispos han trabajado para “curar” a las víctimas y por “continuar trabajando para que semejantes crímenes no se repitan nunca más”.
También les advirtió de que deben comportarse con valor y no dejarse “paralizar por el miedo”, a pesar de reconocer que los miembros de jerarquía de la Iglesia en Estados Unidos se encuentran a menudo en un territorio “hostil”.
Francisco, que durante su pontificado ha pedido públicamente perdón por los abusos sexuales cometidos por miembros del clero y ha endurecido las normas para castigar esos crímenes dentro de la Iglesia, hizo también varias recomendaciones generales a los obispos.