Toda actividad humana tiene un impacto en el medio ambiente. Como ciudadanos responsables, es nuestro deber y responsabilidad que ese impacto sea el menor posible.
Parte de ese impacto se refleja en la calidad del aire y nuestro reto es cambiar la situación actual.
Se ha demostrado que las soluciones basadas en la naturaleza por lo general son más rentables a largo plazo que los enfoques puramente técnicos y pueden producir importantes beneficios socioeconómicos adicionales para el medio ambiente, las personas y la economía local.
Sembrar un árbol, cuidarlo y verlo crecer es una acción que brinda satisfacción a quien lo logra, a la vez que aportamos a la naturaleza también contribuimos a mejorar la calidad del aire que nos rodea.
Los árboles, todas las plantas, de hecho, usan la energía de la luz solar y, a través del proceso de fotosíntesis, toman dióxido de carbono (CO2) del aire y el agua del suelo.
En el proceso de convertirlo en la madera que forma parte de su tronco y ramas, liberan oxígeno al aire. Además del CO2 que capturan los árboles, también ayudan al suelo a capturar cantidades significativas de carbono.
Esta poderosa capacidad que poseen los árboles se encuentra de forma natural en cada árbol. Los árboles en las ciudades no solo nos ofrecen sombra o embellecen el entorno, sino que además son un procesador natural que mejora el aire que respiramos. Y lo más interesante es que esta es solo una de muchas otras cualidades que tienen las plantas que benefician a la humanidad, así que empecemos a respetar nuestros bosques y valoremos cada árbol que nos rodea.
Aunque el mes de octubre es conocido en nuestro país como el “Mes de la Reforestación”, el Plan Nacional Quisqueya Verde se mantiene todo el año tomando acciones de reforestación y recuperación de áreas verdes naturales como parte de un proyecto de inversión social ejecutado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, orientado a mitigar la pobreza extrema.
Fue creado mediante decreto del Poder Ejecutivo No. 138-97, del 21 de marzo de 1997, como iniciativa del Gobierno dominicano para contrarrestar el acelerado proceso de deterioro de los recursos naturales y los altos índices de pobreza de las familias que habitan en las zonas rurales de la República Dominicana.
El Plan Nacional Quisqueya Verde ofrece a las empresas la oportunidad de trabajar en diferentes zonas de reforestación distribuidas en todo el territorio nacional, concentrándose mayormente en las principales cuencas hidrográficas del país. Las empresas se comprometen a colaborar con las labores de reforestación junto a las unidades de gestión del Plan Quisqueya Verde conformadas por una o varias brigadas dedicadas exclusivamente a la plantación de áreas degradadas y deforestadas.
Todos podemos colaborar con esta labor de reforestación.
Plante un árbol y verá cómo su vida cambia, en lo inmediato y en el futuro.