Los empresarios dominicanos están evaluando detenidamente los resultados del reciente plan piloto voluntario de la semana laboral reducida (SLR), presentado por el Ministerio de Trabajo y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm).
En palabras del vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de Empresas Privadas (Conep), César Dargam, «Estamos evaluando estos resultados, conscientes de que fue un ‘plan piloto y voluntario’. Entendemos que en muchos países ha funcionado y en otros no».
El plan piloto, que comenzó en febrero de 2024, involucró a un total de 492 trabajadores de seis organizaciones dominicanas: Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte), Empresa Generadora de Electricidad Haina (EgeHaina), Ergotec, IMCA, Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) y Seguro Nacional de Salud (Senasa).
El objetivo principal fue mejorar tanto la calidad de vida de los colaboradores como la productividad empresarial, mediante la reducción de la jornada laboral de 44 a 36 horas semanales. Tras la implementación inicial, se llevó a cabo una exhaustiva evaluación durante los tres meses siguientes, a cargo de la Pucmm.
- El estudio reveló que el 91 % de los objetivos establecidos en los planes operativos anuales (POA) de las empresas participantes se cumplieron siempre, y en un 9 % casi siempre. Este hallazgo subraya que la semana laboral reducida no comprometió el logro de las metas estratégicas u operativas en ninguno de los departamentos evaluados, validando teorías previas sobre los beneficios potenciales de jornadas laborales más cortas en la productividad.
Sector industrial
Sin embargo, la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) señaló la complejidad que podría representar la implementación generalizada de políticas de reducción de la jornada laboral en el sector industrial.
Según Mario Pujols, vicepresidente ejecutivo de la AIRD, en el sector industrial, los procesos están diseñados para operar de manera continua, con horarios que requieren supervisión constante y mantenimiento adecuado de maquinarias y equipos. Reducir la jornada laboral sería difícil de implementar y podría afectar la competitividad.
De su lado, Luis Miura, presidente de la Confederación Dominicana de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Codopyme), consideró que los resultados presentados carecen de datos científicos objetivos, enfatizando que los participantes pueden tener una percepción sesgada debido a los beneficios personales de una jornada más flexible.
Mientras que la semana laboral reducida podría ser viable en algunos sectores y negocios de servicio, su implementación en la industria dominicana plantea desafíos significativos que deben ser considerados cuidadosamente en futuras discusiones.
«Ahora mismo nuestra prioridad seguirá enfocada en las discusiones tendentes a modernizar el Código Laboral«, agregó Pujols.
Universo laboral
El total de trabajadores de las empresas voluntarias es de 6,152, de los cuales, un 8 % se incluyó en el piloto de la semana laboral reducida, para un total de 492 participantes, que inicialmente eran 506, pero fue bajando la cantidad en función de movimientos internos de algunas empresas u otras razones, explica el documento.
Algunos resultados
La evaluación técnica realizada por Pucmm destacó que el 95.3 % de los trabajadores reportó un incremento en su calidad de vida, y el 93.8 % mencionó que el tiempo adicional les sirvió para otras actividades.
Asimismo, hubo una disminución del estrés en un 76 % y una mejora en el balance entre la vida laboral y personal en un 88.6 %, según la autopercepción de los trabajadores.
El estudio también subrayó que cerca del 70 % de los supervisores percibieron a los participantes del piloto menos estresados, más productivos y más comprometidos con su trabajo.
Un 70.5 % de los trabajadores utilizó el tiempo adicional para pasar más tiempo de calidad con sus seres queridos, y el 42.4 % se involucró en actividades recreativas que contribuyeron a su bienestar físico y mental.