El Estado Islámico (ISIS) controla casi la mitad del territorio sirio y buena parte del iraquí. Comete barbaries con las que espanta al mundo y despierta el rechazo de los líderes internacionales. Para lograr sus objetivos, se vale de varias herramientas: armamento, sus poderosos videos de propaganda… y coches, casi todos los cuales pertenecen a una misma automotriz: Toyota.
Es por eso que el Tesoro de Estados Unidos inició una búsqueda de información en Toyota acerca de cómo el Estado Islámico se apoderó de sus camiones, tal como se puede ver en las imágenes que difunde el propio grupo terrorista.
En un comunicado, Toyota informó que es parte de una investigación más amplia del Tesoro estadounidense, que sigue de cerca las cadenas de suministro internacionales y el flujo de capital hacia Medio Oriente.
La empresa afirmó que desconoce cómo hizo el ISIS para comprar sus vehículos y sostuvo que no vende en Siria desde 2012. Sin embargo, admitió que lo hace en Irak.
«Toyota tiene una política estricta de no vender vehículos a potenciales compradores que puedan usarlos o modificarlos para llevar a cabo actividades paramilitares o terroristas», manifestóABCNews el director de política pública y comunicaciones de la oficina de Toyota en Washington, Ed Lewis.
Sin embargo, Lewis aseguró que «es imposible para cualquier fabricante de automóviles controlar completamente cómo los vehículos pueden ser objeto de apropiación indebida, robo o revendidos por terceros independientes».
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