Estados Unidos se enfrió en el primer trimestre

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Un operador bursátil en el parqué de Nueva York

El crecimiento de la economía de Estados Unidos se moderó con fuerza en el arranque del año, al expandirse la actividad económica a una tasa anualizada de solo el 0,5% del producto interior bruto. Es casi tres veces menos que en el cuarto trimestre del pasado año y está dos décimas por debajo de lo que anticipaba Wall Street. Este crecimiento anémico justifica la prudencia de la Reserva Federal.

La debilidad del crecimiento al inicio de cada ejercicio es ya una constante desde hace seis años en EE UU, por el efecto combinado del mal tiempo con el fin de la temporada de compras navideñas. El enfriamiento es de tal calibre que pone a la mayor economía del mundo al borde de la recesión. El segundo trimestre, sin embargo, suele caracterizarse por un fuerte repunte.

Es el ritmo más lento de expansión en dos años. La economía de EE UU creció un 1,4% en el cuarto trimestre de 2015, tras hacerlo un 2% en el tercero. Para el conjunto del año quedó en el 2,4%, un ritmo que se espera se mantenga este 2016. En la coyuntura actual hace de lastre el efecto de un dólar fuerte en el negocio de las grandes multinacionales exportadoras. El consumo creció solo un 1,9%.

El desplome en el precio de la energía y de las materias primas está forzando a las empresas a recortar las inversiones en equipamiento y estructuras. La debilidad económica global hizo de lastre por la vía de las exportaciones, que cayeron un 2,6% en el trimestre. Hizo de motor el sector inmobiliario, con un incremento del 14,8% en las inversiones en vivienda, el ritmo más sólido en cuatro años.

La primera estimación del crecimiento del primer trimestre se publica un día después de que la Reserva Federal decidiera mantener los tipos de interés en una horquilla del 0,25% al 0,5%. El banco central de EE UU dejó caer la referencia a los riesgos de la tensión internacional. Pero aunque mantiene abierta la puerta a un encarecimiento del precio del dinero en junio, señaló que la actividad económica se debilitó.

Tendencias opuestas

La nota final de la reunión de abril muestra tendencias que van en sentidos opuestos. El mercado inmobiliario mejora, pero la inversión empresarial se moderó y también las exportaciones. El equipo que preside Janet Yellen opta así por la cautela en el proceso de normalización de la política monetaria. La inflación sigue baja, lo que da margen a la Fed para modelar su estrategia.

La Reserva Federal está teniendo complicado comunicar al mercado cuál sería el nivel idóneo para los tipos de interés. El pasado diciembre los miembros del comité veían como posibles cuatro subidas. Pasados tres meses se dejó en dos en el mejor de los escenarios. El ritmo lo determinará la marcha del mercado laboral, que podría ralentizarse en la segunda mitad del año por el deterioro de los resultados empresariales.

Los analistas de Credit Suisse y de BlackRock no descartan por todo esto que vaya a haber una sola subida en 2016 pese a que los potenciales riesgos globales dejaron de ser un argumento recurrente para justificar la pausa. Se da además la circunstancia de que EE UU está inmerso en plena campaña electoral y que la estrategia monetaria de la Fed va en sentido opuesto a la del Banco Central Europeo.

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