Además de conocer el perfil epidemiológico de las familias bajo su responsabilidad, el centro de atención primaria debe garantizar al afiliado un catálogo de prestaciones que incluyen herramientas de prevención, medicamentos y atención de las condiciones médicas de menor complejidad.
En el esquema que se ha elaborado en el país, un Centro de Atención Primaria tendría bajo su responsabilidad entre 500 y 700 familias ubicadas en su entorno.
La cartera de servicios que deben ofrecerse en los centros de primer nivel de atención incluye consulta de medicina general o familiar y de pediatría, y servicios de enfermería como curas, inyectables, pruebas, consejos individuales, así como servicios de planificación familiar evitando embarazos no deseados o prevención de aborto provocado y atención a la embarazada con seguimiento del embarazo normal, educación maternal y atención al puerperio.
También, atención al niño sano, que incluye prevención, control y seguimiento, detección precoz, vacunación y seguimiento de la salud hasta los 14 años y servicios de odontología con tratamiento de procesos agudos. Además salud bucodental a niños, sobre todo sellados y obturaciones.
Prestar también atención domiciliaria a afectados de problemas terminales, personas con discapacidad y/o ancianos de alto riesgo; atención a problemas crónicos priorizando desnutrición, hipertensión, diabetes, asma, insuficiencia cardíaca, cardiopatía, isquémica, y otras e infecciones graves como tuberculosis, VIH/SIDA, malaria, otras y vacunaciones en los adultos de riesgo alto.
Salud mental, sobre todo orientada a la drogadicción, consumo excesivo de alcohol y trastornos psico-afectivos.