«Leopoldo (López) es inocente. Lo pusieron preso porque temen su liderazgo. Le violaron los derechos humanos al no permitírsele que pudiera presentar pruebas en su juicio para desvirtuar la imputación que se le hizo», indicó Nieves en el programa Conclusiones de CNN, entrevistado por Fernando del Rincón.
Tras aseverar que todo lo que rodeó el enjuiciamiento de López fue cien por cien falso, Nieves citó como máximos responsables de lo sucedido al presidente venezolano, Nicolás Maduro y al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
El exfiscal pidió perdón al propio López, a su esposa, Lilian Tintori, a toda su familia y al conjunto de los venezolanos, y aseguró que el procesamiento contra el político opositor se llevó a cabo «para sacarlo del juego político».
Nieves dijo no tener intención de evadir su responsabilidad penal, admitió haber violado derechos humanos de forma sistemática y aseguró que en Venezuela Nicolás Maduro da las órdenes «para apresar a cualquiera».
«Una de las razones (por las que no decidió abandonar el caso y denunciar antes lo ocurrido) fue el miedo que genera ser un fiscal en Venezuela y las presiones que ejercen cada uno de nuestros jefes», indicó Nieves, quien tildó los procesos judiciales en el país caribeño de «caprichos» de los altos jerarcas venezolanos.
«En ningún momento se demostró que López hubiese realizado tan siquiera un solo llamado a la violencia o a que incendiaran el Ministerio Público. (…) En todo momento llamaba a la calma a sus seguidores», apuntó.
El ahora exfiscal salió de Venezuela con el pretexto de pasar unas vacaciones con los suyos en Aruba.
Este lunes la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, negó las acusaciones de Nieves, descartó que vayan a tener alguna «consecuencia judicial» que beneficie a López y anunció la destitución del fiscal por haber faltado a su trabajo tres días consecutivos.
López fue condenado el mes pasado a casi 14 años de cárcel por instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio en relación con la violencia registrada en la sede de la Fiscalía durante una marcha antigubernamental convocada, entre otros, por el político opositor el 12 de febrero de 2014.
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