Un estudio de científicos brasileños que identificó por primera vez la presencia del zika en mosquitos capturados en la naturaleza demostró que el Aedes aegypti es el principal transmisor de este virus, cuyo contagio ha sido relacionado al creciente número de casos de microcefalia en Brasil.
Los resultados de la investigación de científicos de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el mayor centro de estudios en salud de América Latina, fueron anunciados hoy en Río de Janeiro por este organismo vinculado al Ministerio de Salud de Brasil.
De acuerdo con la Fiocruz, pese a que desde que el virus fue detectado por primera vez en Brasil se informó que era transmitido por el Aedes aegypti, el mismo mosquito responsable por el dengue y la chikunguña, hasta ahora ningún investigador brasileño había identificado mosquitos naturalmente infectados.
Los investigadores del Laboratorio de Mosquitos Transmisores de Hematozoos del Instituto Oswaldo Cruz, un organismo vinculado a la Fiocruz, capturaron los mosquitos con zika en municipios del área metropolitana de Río de Janeiro en que se habían registrado casos de la enfermedad.
Cerca de 1.500 mosquitos adultos de diversas especies, entre machos y hembras, fueron capturados durante diez meses de investigaciones y analizados en laboratorio.
La mitad de los mosquitos capturados era de la especie Aedes aegypti y en tres conjuntos de ejemplares los científicos identificaron el virus del Zika mediante exámenes genéticos.
En ninguna de las otras especies capturadas fue detectado el zika, lo que confirmó al Aedes aegypti como al menos el principal transmisor del virus.
«Hasta ahora, en todo el continente americano, solo había un relato de mosquitos Aedes albopictus naturalmente infectados por el virus del Zika, hecho por el Ministerio de Salud de México», explicó la Fiocruz en un comunicado.
De acuerdo con el especialista Ricardo Lourenço, jefe del Laboratorio de Mosquitos Transmisores de Hematozoos, para determinar que una determinada especie de insecto es el transmisor de una enfermedad se necesita primero aislar ejemplares de dicha especie naturalmente infectados en el campo y segundo comprobar en laboratorio que este vector es capaz de transmitir el virus.
Para verificar si el Aedes aegypti es capaz de transmitir el virus a partir de picaduras, se realizaron experimentos con mosquitos que fueron infectados artificialmente en laboratorio y se comprobó que cargaban partículas del virus en su saliva.
«Nuestro laboratorio constató científicamente las dos cosas, que son fundamentales para comprender la transmisión del virus; calcular el riesgo de propagación de la enfermedad y orientar las acciones de control», explicó Lourenço.
De acuerdo con el especialista, factores como el comportamiento, la distribución y la densidad poblacional del Aedes en las diferentes regiones brasileñas pueden haber contribuido para la rápida propagación del zika en el país.
«En la práctica, el porcentaje de Aedes aegypti infectado con el virus y que transmite la enfermedad es muy pequeño. Pero, por otro lado, esta especie es un mosquito doméstico, que vive cerca al hombre, aseguró.
«La gran población de mosquitos y la proximidad con humanos, sumadas a la gran oferta de criaderos para sus huevos, hacen que el mosquito viva más tiempo y favorecen la diseminación de enfermedades como dengue y zika», añadió el especialista.
Según el último boletín del Ministerio de Salud, Brasil ha registrado en lo que va del año 91.387 casos de zika, con una tasa de incidencia de 44,7 casos por cada 100.000 habitantes. Tales episodios fueron reportados en 1.359 municipios de los 27 estados del país.
Del total de casos, 7.584 fueron registrados en mujeres embarazadas, que corren el riesgo de tener hijos con microcefalia.
Las estadísticas oficiales indican que entre octubre del año pasado y el 30 de abril de 2016 fueron confirmados 1.326 casos de microcefalia en el país, de los que en 205 se verificó la relación entre el virus y la malformación.
Esta relación fue la que obligó al Ministerio de Salud a declarar estado de emergencia en todo el país en noviembre pasado y a intensificar sus esfuerzos para combatir al Aedes aegypti.
Dos meses después de que Brasil se declarara en emergencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia sanitaria de interés internacional por la rápida propagación del zika en todo el mundo. EFE