Se lo habían contado sus amigos pero quería comprobarlo por sí mismo. Al tiempo que grababa con el móvil, Kabir Alli probó a buscar en Google las palabras “Three black teenagers”, tres adolescentes negros. El chico publicó el vídeo con el resultado en Twitter y 65.000 reenvíos después, la red se pregunta: ¿Es racista Google? ¿Por qué predominan las imágenes de jóvenes afroamericanos en sus fichas policiales? ¿Por qué al buscar tres adolescentes blancos aparecen jóvenes sonrientes disfrutando del tiempo libre?
La polémica no es nueva pero quizás si el claro contraste de unos resultados con el que este alumno de un instituto de Virginia ha logrado cuestionar la responsabilidad de Google al crear sus algoritmos. La compañía ha respondido en un comunicado, enviado a la edición británica de Huffington Post, en el que asegura que “esto significa que a veces interpretaciones desagradables sobre un asunto sensible pueden tener un impacto en los resultados de búsquedas en la red”. La empresa afirma que los resultados “no reflejan las opiniones ni los valores” de Google. “Creemos firmemente en la diversidad de perspectivas, culturas e ideas”.
Un bloguero británico, autor de este vídeo titulado “¿Google es racista?”, sugiere que los internautas publiquen, compartan y busquen narrativas positivas de adolescentes afroamericanos. “Si hubiera más historias de afroamericanos que tienen éxito o simplemente positivas, estarían entre los primeros resultados de búsqueda”, propone Antoine Speaks.
El caso es similar a las polémicas que surgieron tras las muertes de Trayvon Martin o Michael Brown por disparos de agentes, las mismas que encendieron la mecha del movimiento Black Lives Matter en contra de la violencia policial. Al poco de conocerse su fallecimiento, decenas de usuarios preguntaron en las redes por qué los medios de comunicación elegían imágenes distintas de las víctimas cuando son afroamericanas. Así surgió la iniciativa de compartir fotos de Brown, por ejemplo, vestido para el día de su graduación. El objetivo era lograr que al aumentar la frecuencia con la que esas imágenes eran consultadas y después compartidas, los usuarios lograran ejercer su influencia en el resultado de próximas búsquedas.
Google no ha sido el único cuestionado. El mes pasado, Facebook ofreció explicaciones a varios políticos republicanos después de ser acusado de “enterrar” noticias relacionadas con su partido en el muro que consultan los usuarios. La compañía anunció posteriormente que dejaría de confiar en una lista de más de mil publicaciones que sirven para crear su índice de Trending Topics y que mejoraría su algoritmo. Esta misma semana, tras la polémica suscitada porla leve condena impuesta a un estudiante de Stanford acusado de violación, numerosos usuarios también se preguntaron si los medios hubieran elegido la misma foto del chico de haber sido afroamericano.