El pasado martes Google obtuvo la una patente sobre un método para reducir las lesiones de peatones golpeados por vehículos autónomos. La meta del sistema es evitar los impactos secundarios causados por la caída al pavimento de las víctimas de accidentes, así como subsecuentes arrollamientos por otros vehículos.
La búsqueda de esta solución revela la preocupación de Google respecto a los arrollamientos de transeúntes por parte vehículos autónomos, lo que constituye un reconocimiento tácito de que la tecnología no podrá evitarlos.
Según Google, el impacto con el peatón rompería una capa protectora neutra en el volumen frontal del vehículo, exponiendo el poderoso adhesivo y convirtiendo a toda el área en una especie de papel matamoscas humano. Sin embargo, la tecnología no se ha desarrollado aún y Google no ha dado ninguna indicación sobre cuándo podría estar lista.
Respecto a la inminente aplicación de esta idea sorprendentemente simple, una portavoz de Google declaró al San Jose Mercury News que Google “obtiene patentes sobre una gran variedad de ideas. Algunas de ellas maduran más tarde en productos y servicios reales, otras no”.
Si bien es cierto que Google no es la primera entidad es buscar la protección de la integridad física de los peatones, si es la primera compañía en quedar completamente expuesta a la responsabilidad por los arrollamientos. Al sustituir al conductor por una tecnología de su propiedad Google prácticamente se sitúa detrás del volante de sus vehículos autónomos, por lo que no es difícil imaginar este hecho como el gran motivador para la búsqueda de soluciones tan creativas como el frontal adhesivo.
