A pesar de la terrible enfermedad que le aqueja, Stephen Hawking ha sobrevivido más que ningún otro enfermo de ELA en la historia , y tal vez por ello se siente afortunado, dentro de su desgracia. Sin embargo, de unos a años a esta parte Hawking acostumbra a hablar sobre las cosas que le preocupan en forma apocalíptica, para muchos de forma poco acertada, a pesar de que ninguna de sus hipótesis sea descartable desde un punto de vista estrictamente matemático. En este sentido, el sabio británico ha dado recientemente más de un titular sensacionalista en una entrevista a un conocido medio español. Como ejemplo un botón: una raza nómada de extraterrestres avanzados podría desear conquistar y colonizar todos los planetas que se encuentren a su paso. ¿Tranquilizante, verdad?
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Al margen de su indudable maestría científica en el campo de la física teórica, especialmente en agujeros negros, hace años que el sabio británico (a menudo «incorrecto» en sus declaraciones) es gracias a su sentido del humor sarcástico toda una celebridad incluso entre aquellos que no entienden ni un ápice de ciencia. En Diciembre de 2014, por ejemplo, el sabio alertó contra la construcción de una inteligencia artificial omnisciente, ya que en su opinión (si sus objetivos no coincidiesen con los nuestros) podría sentirse tentada a prescindir de nosotros y patearnos el culo.
De un tiempo a esta parte, tal vez desde que probó los efectos de la ingravidez, Hawking anima a la raza humana a emprender la aventura espacial que nos lleve a otros mundos. Consciente de que son muchos los peligros que pueden hacer que nos extingamos como especie (catástrofes cósmicas naturales, pandemias, calentamiento global, armagedón nuclear), el físico teórico apuesta por diseminarnos por varios lugares del universo como estrategia vencedora. Además, le ha puesto fecha al logro, o lo conseguimos en 200 años o nuestro futuro será realmente negro.
Y lo cierto es que Hawking es de los que predican con el ejemplo. En la citada entrevista a El País, el célebre físico teórico reconoce que aún le quedan muchas cosas por hacer, como por ejemploviajar al espacio con Virgin Galactic. Volviendo sobre el tema de entrada, el de la raza de alienígenas que podría exterminarnos, para Hawking la aventura podría acabar para nosotros tan mal como acabó para los indígenas americanos cuando Colón desembarcó en las playas del nuevo mundo.
Otro de los «espinosos» asuntos que ha hecho de Hawking un personaje controvertido es su opinión sobre dios, o mejor dicho su NO opinión ya que el físico cree que no es necesario contar con deidades para explicar el origen del universo, ya que la ciencia podrá dar todas las respuestas. En este sentido basta recordar sus declaraciones hace unos meses a otro medio español, El Mundo, cuya entrevista se tituló: «No hay ningún dios, soy ateo.
Pese a que sus entrevistas vuelven una y otra vez sobre los mismos temas, seguramente por culpa de los periodistas y de sus limitaciones comunicativas, en cada una de ellas siempre surge alguna nueva perla. En la de El País por ejemplo, aconseja a los jóvenes científicos españoles en paro viajar a Estados Unidos, un lugar donde se valora la ciencia porque acaba por amortizarse con tecnología. ¡Cómo desearía que los políticos españoles también siguieran a este humano irrepetible!
Si como a mi, la figura de Stephen Hawking te apasione, no dudes en leer Palabra de Hawking.