El inventor danés acusado de asesinar hace dos meses a una periodista sueca mientras le mostraba un submarino de construcción casera tenía videos de decapitaciones reales de mujeres, según dijo la fiscalía el martes.
Peter Madsen, un ingeniero autodidacta de 46 años, compareció ante la corte y se le extendió la custodia hasta el 31 de octubre, mientras continúa el proceso en su contra por la muerte de Kim Wall y el desmembramiento de su cuerpo.
El caso tuvo alcance mundial luego de que Wall desapareciera el pasado 10 de agosto, el mismo día en el que accedió a subirse a un submarino construido por Madsen y su equipo, en el marco de una entrevista al hasta entonces pintoresco inventor.
Un incidente provocó el hundimiento del UC3 Nautilus, y se creyó que Wall estaba desaparecida.
Pero once días después su torso decapitado fue hallado flotando en aguas frente a Copenhagen.
Tras ser arrestado Madsen confesó que Wall habría muerto en un acccidente cuando una compuerta de 70 kilos de peso le cayó en la cabeza. Envuelto en pánico, el hombre dijo haber tirado el cuerpo al agua pero insistía en que estaba completo en ese momento.
Pero los fiscales cuestionan esta teoría y creen que Madsen la decapitó antes de lanzar al agua, y que provocó el hundimiento de su submarino.
En una nueva revelación, el fiscal Jakob Buch-Jepsen dijo el martes a la corte que un disco duro hallado en el taller de Madsen contenía numerosos videos fetiche en el que mujeres reales eran torturadas, quemadas y decapitadas.
«Ese disco duro no me pertenece«, insistió Madsen, argumentando que muchas personas tenían acceso al taller. «Incluso teníamos a un pasante viviendo ahí», agregó.
La teoría de la fiscalía es que Madsen mató a Wall como parte de una fantasía sexual, y que luego desmembró y mutiló su cuerpo antes de arrojarlo fuera de borda.
La autopsia final sobre el torso no pudo determinar la causa de la muerte, pero sí probó que había numerosas mutilaciones en los genitales de Wall.
La talentosa periodista trabajaba en forma freelance con base en Nueva York y Beijing, y había publicado artículos en periódicos como The Guardian y The New York Times, entre otros.