Jack Veneno: La historia del héroe que salvó dos personas arrastradas por el río Yuna

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“Yo nací para hacer el bien y no desmayaré hasta que Dios me tenga aquí. Yo solo pensé en salvarlos”, cuenta a LISTÍN DIARIO José Antonio Paredes, conocido como “Jack Veneno”, el “héroe sin capa” que se lanzó a salvar a las personas abordo del vehículo arrastrado por la crecida del río Yuna en la provincia Duarte.

Ese sábado, Jack Veneno se levantó temprano como de costumbre, salió hacia la carretera a hacer unas diligencias. Ya en la autopista, se encontró con una multitud de gente detenida por el agua; sin embargo, “no hay autoridades que atajen los vehículos que van subiendo”.

“Yo estoy desesperado ya que quiero irme, y cuando doy la vuelta veo esta guagua blanca que me pasa por el lado y le abro los brazos y le digo que qué va a hacer”, explicó.

“Él (Félix Abreu, después de rescatarlo) me dijo que no escuchó, que no me vio, porque él iba ciego para allá, para la capital, porque seis miembros de su familia se habían ahogado y como él vio una guagua que se devolvió, él pensaba que había pasado por ahí”.

José Antonio contó que cuando vio que la guagua entró al agua, empezó a llamar gente para sacarlos, pero nadie quiso.

“No, tú ‘tá’ loco, yo no me voy a tirar ahí, ‘regoso’ ahogarme, piensa en tu familia, que tú tienes muchachitos chiquitos”, le vociferó uno de los tantos que estaban allí varados.

“Yo le dije sí pero ellos están en mi casa, ellos no están aquí, además están bien cuidados. Yo voy a ver lo que Dios me ayude, a ver si puedo salvarlos; y me tiré pa’ allá, por obra de Dios, no obra mía, sino de Dios, yo pude sacarlos”, indicó con aparente aflicción.

Jack Veneno narró que cómo pudo, metío a Félix en un cajón de una nevera que le pasaron, y a Wanda la colocó al lado del artefacto. “Le dije no te me despegues de ahí, que con el poder de Dios nosotros vamos a salir de aquí”.

“Yo le dije engánchate de ahí, que ya tú no te vas a morir hoy, de esto no”, agregó.

Asimismo, afirmó que a la joven Rubí, cuyo cadáver fue hallado este martes, la sacó del vehículo y ella aún consciente, la subió en una mata de mango, pero que no sabe “qué fue lo que le dio, si fue un mareo o qué, porque al final cuando volví donde ella estaba, ella ya no estaba”.

Cuenta que al momento de sacarlos del vehículo, el hombre estaba inconsciente, ya no daba más “si yo no hubiese llegado en ese momento él se hubiera ahogado”.

Rubí estaba gritando, -Luis, Luis, Luis-, y yo por la voz de ella, estaba siguiendo el rastro”, estableció Jack.

Narra que ya subida en el árbol, ella le dijo que por favor salvara a su esposo y su cuñada. “Ella estaba más preocupada por salvarlos a ellos y yo dije ¡Caramba!, mira. Quien estaba preocupada por salvarlos, fue la que se ahogó”.

José Antonio en su compromiso de ayudar y hacer el bien colaboró con la Defensa Civil durante los tres días que estuvieron buscando a la joven psicóloga de 27 años.

“Tengo tres días por debajo del agua sin venir a comprarle la comida a mi familia, la mujer como puede se va en este motorcito ella misma a comprar, pero yo he llegado aquí a las 6:00 de la tarde”, cuenta en su casa.

Cuenta que desde el principio tenía la intención de buscarla donde encontró un perro que murió ahogado próximo a donde estaba el vehículo sumergido, “donde yo dejé el caballo muerto”. 

“Por ahí me da la pista que ella está, que no, (decían las autoridades) me mandaron para allá (señala hacia la distancia) pero yo dije ok pues haré lo que ustedes digan porque ustedes son la autoridad”, puntualizó.

Insistió a los cuerpos de orden, “pero déjenme a mí que yo soy de aquí, conozco esto alrededor. Donde yo dejé el perro para mí, que la mujer estaba ahí. Casualmente he dicho y hecho, ahí estaba la mujer entre unos matorrales de rulo, ahí estaba metida”.

Asimismo, los laterales de la vivienda son sostenidos con hojas de zinc cual si fueran parches para evitar quedarse sin pared.

Yo todo el tiempo estoy para hacer el bien, porque yo tuve un accidente en un motor de estos, yo iba a ciento y pico, una guagua me embistió y yo pasé por encima de la guagua, caí del otro lado y no me hice nada. Yo estoy vivo por obra de Dios, entonces quizás Dios es que me da potestad para que haga eso, quizás Dios me salvó de eso para que ayudara a quien deba de ayudar”, confesó Jack Veneno.

“Yo pensé en salvarlos. El hombre todavía cuando yo lo agarro por detrás que lo subo en una mata de guano, me dice “viejo por dinero no me dejes morir ni a mi hermana ni a mi mujer” y yo le dije estese tranquilo, no le dé mente a dinero, dele mente a la vida que la vida vale más que eso”…

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