Jean-Claude Juncker avisa a Londres de que pagará muy caro el abandono de la UE

El presidente de la Comisión Europea compareció ante el Parlamento de Bélgica para amenazar al Reino Unido, que iniciará el proceso del Brexit en las próximas semanas.

522
0
Compartir

A menos de un mes para que empiecen formalmente las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido para su divorcio, Jean-Claude Juncker ha enviado una seria advertencia a la isla. El jefe de la Comisión Europea ha avisado de que los británicos pagarán una factura muy cara por abandonar el club continental. Juncker se refirió no sólo a las negociaciones con Bruselas en sí, que desde ya se sabe que serán largas, sino también a las que deberán hacer puntualmente con todos los que dejarán de ser sus aliados. «Acordar la futura arquitectura de la relación entre Reino Unido y la Unión Europea nos llevará años», predijo.

Sus palabras llegaron durante una intervención en el Legislativo de Bélgica, en el que se dio gusto criticando a las autoridades británicas. «Los británicos tienen que saberlo, lo saben ya, que no habrá descuento ni coste cero. Los británicos deben respetar los compromisos en los que ellos participaron. Así que la factura será, por decirlo un poco vulgarmente, muy cara», aseguró en la capital de un país en el que la noticia del Brexit no ha hecho ninguna gracia desde que se confirmara el resultado del referendo.

Las palabras tan subidas de tono del luxemburgués hacen pensar que el proceso diplomático para esta separación será de largas y tensas confrontaciones con Londres. Theresa May, jefa del Gobierno británico, dará el banderazo de salida para las negociaciones a más tardar a mediados de marzo.

Su alusión a las facturas se refería a datos extraoficiales que estiman en unos 60.000 millones la parte británica correspondiente a partidas comunitarias ya comprometidas y aceptadas por todos, asegura El País. Dentro de las mismas también se incluyen derechos de pensión de los funcionarios europeos. La separación consta de tres grandes partes: el primero, proyectos ya comprometidos pero cuyos pagos no han sido asignados, prosigue el diario español, que incluyen las iniciativas a largo plazo como el lanzamiento de satélites. El segundo, los derechos de pensión de los funcionarios europeos, un punto en el que Londres ha solicitado que se cubra sólo a los ciudadanos británicos retirados, pero Bruselas ha contestado que no se puede hacer diferenciación por nacionalidades. Y por último, la cantidad también cuenta con garantías sobre préstamos que otorga el Banco Europeo de Inversiones y otros órganos.

La comisión no quiso confirmar ningún dato, pero según asegura la periodista Lucía Abellán, los números son muy precisos -siempre dejando margen de error para los finales-. A fin de bajar la carga de esta «factura», el Ejecutivo de la isla demandará que se descuente el valor de los activos comunitarios, como los edificios de las instituciones, aunque Bruselas no está dispuesta a aceptar esa condición.

Ese ajuste de cuentas apunta a ser el gran campo de batalla en las negociaciones. La UE, que será portavoz a la vez de sus 27 integrantes, tiene potestad para forzar a Londres a que abone cantidades ya comprometidas. No obstante, si esas cifras pasan las expectativas del reino, éste podría dejar la comisión sin más, de forma repentina y abrupta. Aunque en el Reino Unido quieren una separación lo más amistosa posible para no perder por completo sus contactos y relaciones tanto comerciales como políticas.

Segundo llamado de atención

Las palabras de Juncker no son la primera advertencia que recibe Londres previo al inicio de su proceso. En enero, su embajador en Bruselas renunció ante las diferencias que tenía con May y su equipo para este proceso. Aquel diplomático, de nombre Ivan Rogers, avisó que alcanzar un acuerdo comercial con la UE tomaría más años de los que los británicos esperaban. Sin ir tan lejos, Canadá acaba de cerrar uno tras siete años de negociaciones.

Cerrando su intervención, el jefe de la comisión rebajó su tono y pidió a los encargados de las negociaciones que desarrollaran las mismas «no con el corazón lleno de hostilidades, sino sabiendo que el continente debe mucho a Reino Unido». «Ver partir a un país que es un verdadero actor europeo me entristece», cerró.

No hay comentarios

Dejar una respuesta