De las novelas turcas le disgusta que son casi melodramas en los que «llora hasta el perro».
Miami.- La actriz venezolana Lupita Ferrer, estrella de telenovelas clásicas como «Esmeralda» o «Cristal», un género para ella «agotado», ve en las series un campo fértil para «recomenzar» su carrera, aunque por ahora es el teatro el que la reclama, según dice en una entrevista con EFE.
Este viernes Ferrer vuelve a las tablas en Miami como una de las protagonistas de «Casa de Muñecas 2. El Regreso de Nora», una obra del dramaturgo estadounidense Lucas Hnath estrenada en Broadway y ahora por primera vez representada en español en Florida, en la sala Sandrell Rivers Theater.
«Vuelvo a mis orígenes», señala Ferrer, quien recuerda que en su juventud fue actriz teatral y después trabajó en el cine y la televisión, medio este último donde alcanzó sus mayores éxitos con papeles como el de «Victoria» en «Cristal», una telenovela venezolana de los años 80 que cruzó fronteras y arrasó en países como España.
Por diversos motivos Ferrer puso «en standby» (pausa) su carrera de más de 50 años durante algunos años, pero, tras la muerte de su madre en 2022, empezó a pensar en el regreso.
Hnath retoma en «Casa de Muñecas 2» la trama de la famosa obra del noruego Henrik Ibsen quince años después de que el principal personaje femenino, «Nora», abandonase con un «portazo» su vida de esposa y madre y se convirtiera en un símbolo feminista.Muere Lisa Marie Presley, la única hija de Elvis
DE «VICTORIA» A «ANNE MARIE»
El protagonismo de «Nora» en el drama de Ibsen de 1879 se desdobla en «Casa de muñecas 2» entre ella y «Anne Marie», la sirvienta que después de la marcha de su señora pasa a ser el ama de llaves de la casa y a ocuparse del marido y los hijos de la ausente, que regresa a casa en busca de unos documentos necesarios para su nueva vida.
«El texto es maravilloso», dice Ferrer, quien destaca el personaje de «Emmy», la hija mayor de «Nora», interpretado por la joven venezolana Ariadna González.
El elenco se completa con el actor puertorriqueño Raúl Cruz, como Torvald, el marido.
Ferrer es «Anne Marie» y está contenta por haber sido elegida para ese papel por el director de origen venezolano Juan Montero, porque «se identifica más» con ella que con «Nora», personaje interpretado por la cubana Lili Rentería.
«Creo en el matrimonio o al menos en una unión y no entiendo que una madre abandone a sus hijos. Mis padres estuvieron juntos hasta el final, somos una familia muy conservadora», señala.
Aunque cree en la igualdad de género, la que fuera una reina de las telenovelas no ha estado nunca en el «feminismo de avanzada».
Sobre el relanzamiento de su carrera, la actriz de Maracaibo dice sin ambages que le «encantaría» participar en una serie y que actualmente está «barajando un montón de cosas».
EL DECLIVE DE LA TELENOVELA
A su juicio, «la telenovela llegó hasta donde tenía que llegar y además perdió a sus grandes escritores como su amiga Delia Fiallo, fallecida en 2021 en Miami, la ciudad donde también vive Ferrer.
«Ese género ya se agotó, ahora se necesitan historias más actuales, otro tipo de personajes y de actividades», señala esta actriz que se formó en el Actors Studio de Nueva York siguiendo el «método» del famoso Lee Strasberg.
«El futuro está en las series», dice con convencimiento.
A Ferrer no le gustan ni las narco novelas ni las producciones turcas. De las primeras dicen que también se han agotado y eso se nota en la audiencia de las más recientes, que no «han cuajado» en el público tanto como las primeras.
De las novelas turcas le disgusta que son casi melodramas en los que «llora hasta el perro».
Pero, sobre todo, -dice- no le gusta el estilo de actuación, porque es todo «externo», con «lagrimones», incluso de los personajes masculinos, porque ella aprendió a actuar desde dentro.
En 2019, Lupita Ferrer protagonizó un espectáculo teatral en Miami, «The Drama Queen», creado para ella por el director Abraham Pulido y el escritor de cine y telenovelas Carlos Alfonso Pérez.
Fuente-Noticias sin.