La amenaza de los mega Tsunamis

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Los tsunamis son uno de los desastres naturaleshttps://www.youtube.com/watch?v=cRzl4y-jBeQ más terribles y temidos del mundo, con olas gigantes capaces de destruir regiones costeras enteras en minutos, como sucedió recientemente en el Sudeste asiático, donde millares de personas murieron y varias ciudades fueron devastadas. Comúnmente, ocurren en la Cuenca del Pacífico, donde la marea puede crecer hasta 500 metros de altura (1.700 pies) y desplazarse a una velocidad de 800 kilómetros por hora (500 millas por hora). Los especialistas coinciden en que el crecimiento del nivel del mar podría provocar maremotos en los próximos años debido a que el peso adicional proveniente de millones de kilómetros cúbicos de agua generará tensión en los puntos débiles de la corteza terrestre, conocidos como fallas de las placas tectónicas. En la actualidad, uno de los hechos más temidos es la erupción del volcán La Palma, en las Islas Canarias, ya que podría generar un mega tsunami de 500 metros de altura cruzando el océano Atlántico y hasta dejar sumergida parte del territorio del Reino Unido, por ejemplo.

Los científicos comienzan ahora a darse cuenta de que uno de los mayores peligros reside en las islas volcánicas de grandes dimensiones, como las Islas Canarias y el archipiélago de Hawaii, cuyas profundidades están recubiertas de depósitos de tierra de tamaños colosales, producidos por deslizamientos ocurridos a lo largo de millones de años.

Pero los mega tsunamis que estos enormes deslizamientos de ladera pueden causar son eventos muy raros y el último registrado ocurrió en el archipiélago de Reunión, hace 4.000 años. En la isla de La Palma, el volcán que entró en erupción en la zona sur de la isla en 1949 generó una grieta considerable a lo largo de una de las laderas, que ocasionó que esta área de la isla penetrara unos pocos metros en el Atlántico, antes de detener su trayectoria, y se cree que la isla colapsará durante una erupción futura. Es decir, en cualquier momento en el futuro (es decir, quizá en miles de años), una gran parte del sur de La Palma (con un volumen de 500.000 millones de toneladas) se desplomará en el océano Atlántico causando un maremoto aterrador que en pocas horas llegará a la costa este de los Estados Unidos y barrerá del mapa todo lo que existe 20 kilómetros tierra adentro. Boston sería la primera zona en ser afectada y le seguirían Nueva York, Miami y las islas del Caribe.

Pero ¿cómo se produce el tsunami tras el terremoto o erupción volcánica? Los geólogos explican que cuando las placas se mueven, hacen que un gran caudal de agua se desplace en forma abrupta y vaya ganando velocidad y altura mientras viaja hacia la costa. En general, esto no puede ser percibido a simple vista en alta mar, pero cuando la profundidad del agua es menor, la ola se va haciendo cada vez más grande y más rápida hasta convertirse en un rascacielos viajando a la velocidad de un avión. Al acercarse a las playas, las olas gigantes se elevan de forma descomunal (con registros de 18 metros en áreas aplaceradas y 30 metros en las calas) y revientan con fuerza destructora.

El tsunami solo se detiene una vez que toda su energía  se haya disipado, lo que significa que puede invadir varios cientos de metros dentro de la costa y en su trayecto arrastrar botes, autos, casas y personas y llevarlos tierra adentro. Además, la primer ola podría no ser la última o la más aterradora de la serie que compone un ataque de un tsunami.

Como este tipo de fenómeno es generado básicamente por un sismo, es muy difícil su predicción, pero actualmente se trabaja con instrumentos de banda ancha para captar algún tipo de señal sísmica que tenga relación con la generación de un tsunami. Existen en el mundo muchos observatorios que dan aviso de los oleajes para así poder tomar medidas preventivas, en Chile, Estados Unidos, Panamá, China y Japón, entre otros; y, recientemente, fue aprobado un método muy sofisticado que se implementará para todo el Sudeste asiático: el sistema básico consiste en una serie de tubos y una cámara para medir la presión, en donde se registra la elevación y descenso de la superficie del agua. Si las olas se producen en un período entre 10 y 40 minutos, se origina una oscilación en una columna de mercurio, la que activa una alarma y es así como los encargados de la red se percatan de la proximidad del maremoto.

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