Al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se le debe el último chiste que se esparció como pólvora en los grupos de WhatsApp en Venezuela: “Última hora, Nicolás Maduro ordena el cierre de Ipostel y demás servicios de correos para no recibir la Carta Democrática”.
La invocación de la Carta Democrática contra el Gobierno del presidente Maduro por parte de Almagro generó todo tipo de comentarios y encendió el debate en las redes sociales en el país. Mientras los usuarios de Twitter identificados con la oposición promovían la etiqueta #VzlaUnidaContraLaTirania y brotaba una especie de club de fans del diplomático uruguayo agrupados en #VenezuelaConAlmagro, los simpatizantes del chavismo respondían trinando #LaPatriaSeDefiende y #ConMaduroATodaMarcha.
La iniciativa impulsada desde Washington retumbó en las calles de Caracas. El presidente Nicolás Maduro comenzó denunciado un plan para provocar “la intervención gringa en Venezuela” y terminó bailando salsa. Sobre una tarima ubicada a las puertas del palacio de Miraflores, donde recibió una manifestación de apoyo encabezada por trabajadores del sector transporte, Maduro fustigó a Almagro, por cuestionar a su Gobierno.
“Almagro, métase su Carta Democrática por donde le quepa”, espetó el mandatario, que convocó a una “rebelión nacional” frente a lo que calificó como “amenazas internacionales”. El Jefe de Estado acusó al máximo representante de la OEA de abrirle las puertas a una intervención extranjera, al plantear ante el Consejo Permanente la activación “de una entelequia llamada Carta Democrática”.
Maduro anunció que demandará judicialmente a la directiva de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, por “usurpar funciones constitucionales exclusivas del Presidente de la República”. En particular, señaló al líder del Parlamento, Henry Ramos Allup, por considerar que “ha pretendido arrogarse las relaciones internacionales del país”, apoyando “el intervencionismo extranjero” y cometiendo el delito de “traición a la patria”.
Ojos abiertos
Luego de finalizado el acto oficial y mientras el sucesor del difunto Hugo Chávez danzaba al son del estribillo“paz, no quiero guerra, queremos paz”, Ramos Allup restaba importancia a las amenazas del gobernante chavista. “¡Estoy muy asustado!”, ironizó el diputado frente a los periodistas que buscaban su reacción en el Palacio Federal Legislativo.
Atardecer en Caracas el 5 de mayo de 2016 con la silueta de “La Torre de David”. Su construcción comenzó en 1990 para ser el centro financiero de una potencia económica, un Wall Street caribeño, pero poco después, la crisis económica detuvo su culminación. La estructura inconclusa de 45 pisos y 623 pies de altura fue ocupada ilegalmente por más de 2,000 familias sin hogar en la última década, hasta que fue desalojada por el gobierno en 2014.
Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, 141.5% en 2015, según el Banco Central de Venezuela. El Fondo Monetario Internacional pronostica que podría alcanzar 700% en 2016. La escasez de productos básicos y energía es parte de la vida cotidiana. En el municipio El Hatillo, en el sureste de Caracas, sus habitantes forman fila en una calle oscura para comprar pan.
El salario mínimo mensual en Venezuela es de Bs. 15,051.15, unos 15 dólares, 7 dólares menos que Cuba. Los cortes eléctricos son diarios, sorpresivos y a veces prolongados en el interior del país. El gobierno decretó una “emergencia eléctrica” que redujo a solo dos días de trabajo la semana laboral en las oficinas públicas, como medida para ahorro de energía. En la foto, una familia se ilumina con una vela en Barinas, a 370 millas de Caracas.
Un exministro reconoció que 300,000 millones de dólares se habrían malversado en la última década gracias al control cambiario impuesto por Hugo Chávez desde 2003. A pesar del enorme gasto, el sistema eléctrico aún depende de la planta hidroeléctrica de Guri, a punto de colapso por la sequía. En la foto, unos niños recogen agua en una calle de Petare, un sector pobre de Caracas.
Una red de médicos de hospitales públicos de Venezuela informó a Human Rights Watch que 44% de los quirófanos no están funcionando y que 94% de los laboratorios no tienen los insumos para funcionar adecuadamente. Falta 60% de las medicinas o materiales en los hospitales y farmacias. Los profesionales de la salud manifestaron y se enfrentaron a la policía en la capital el 31 de marzo de 2016, en una crisis de salud sin precedentes.
Según la encuestadora Datanálisis, en febrero de 2016 la escasez de productos en los comercios de Caracas fue de 82,3%. A cada ciudadano le corresponde un día determinado de la semana para hacer la fila y poder comprar los alimentos disponibles. Quien no quiere pasar horas de espera puede ir al mercado negro que multiplica el precio. En la foto, una mujer muestra su número en la fila para comprar comida.
La organización Foro Penal Venezolano registró que entre 2014 y 2015 al menos 3,390 personas fueron detenidas arbitrariamente en protestas, de estas 282 eran menores de edad y 2,462 eran estudiantes. En la foto Bassil Dacosta, de 24 años, quien fue asesinado el 12 de febrero de 2014 por la policía política de Venezuela (Sebin), durante una manifestación estudiantil.
Solo 2 de cada 10 crímenes cometidos en Venezuela son investigados y juzgados, y apenas uno recibe condena. La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones también registra que el hacinamiento en las cárceles del país supera el 190% por la lentitud del sistema de justicia. En la foto del 16 de abril de 2016, presos protestan por las condiciones de reclusión sobre el techo de una estación de policía en Caracas.
Caracas es la ciudad más peligrosa del planeta, según la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal. Ocurren 119.87 homicidios por cada 100,000 habitantes. Según el Observatorio Venezolano de Violencia, desde 1999 hasta mayo de 2015 se registraron 252,073 muertes violentas. En la foto, miembros de la Guardia Nacional Bolivariana realizan un operativo de seguridad en Petare, Caracas, el 13 de mayo de 2013.
Según el informe mundial 2016 de Human Rights Watch “durante la última década, el gobierno ha ampliado y ejercido en forma abusiva su potestad de regular los medios de comunicación, y ha adoptado medidas para reducir los medios de comunicación que ofrecen una programación crítica” en Venezuela. El 3 de mayo de 2016, trabajadores de la prensa venezolana protestaron en Caracas contra las dificultades para ejercer el periodismo independiente.
El organismo Foro Penal Venezolano estima que hay 76 presos políticos encarcelados en Venezuela. Son 17 más que en Cuba que en este momento tiene alrededor de 60. El encarcelamiento de Leopoldo López, líder del partido opositor Voluntad Popular, es el más conocido en el mundo. En la foto justo el momento en que fue arrestado, el 18 de febrero de 2014.
Dos familiares del presidente venezolano enfrentan un juicio en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York: Francisco Flores y Efraín Campo Flores, sobrinos de la primera dama. Habrían viajado con pasaporte diplomático desde Caracas a Haití para negociar un transporte de droga hacia EEUU. En la foto, la pareja presidencial en un evento en contra de los Estados Unidos en marzo de 2016. La imagen secundaria es una ilustración del juicio.
El Consejo Nacional Electoral, de tendencia oficialista, alarga la posibilidad constitucional de un referendo revocatorio presidencial. Durante una protesta por esta situación, la policía nacional atacó con gas pimienta directo al rostro del líder opositor Henrique Capriles Radonski, 11 de mayo de 2016.
El gobierno decretó el 16 de mayo de 2016 un estado de emergencia que limitará las facultades de la Asamblea Nacional y permitirá que Maduro modifique el presupuesto, endeude y maneje los recursos estratégicos del país sin pasar por la aprobación de otros poderes públicos. En la foto, una concentración en apoyo al presidente en Caracas el 14 de mayo de 2016.
Antes de que Maduro tomara la palabra, el jefe del Poder Legislativo había ofrecido una rueda de prensa en la que informó que solicitará un derecho de palabra ante la OEA para exponer el caso venezolano. Aunque dijo comprender la “cautela” del ente hemisférico y las complicaciones propias de los mecanismos diplomáticos, sostuvo que “tampoco la comunidad internacional puede cerrar los ojos ante la grave crisis humanitaria por la que estamos atravesando”.
Ramos Allup destacó que el informe elaborado por Almagro sobre Venezuela permitirá “tratar de manera muy clara” lo que ocurre en el país; sin embargo, prefirió ser prudente al momento de evaluar las implicaciones de este debate. “El secretario general de la OEA va a plantear el caso y vamos a ver cómo se desenvuelve. No vamos a caer en conjeturas”, apuntó el dirigente opositor.