El príncipe Harry habló por primera vez sobre los paparazzi de los que escapaba su madre, la princesa Diana, la noche de su muerte. «Creo que una de las cosas más duras de aceptar es el hecho de que la gente que la persiguió en el túnel fue la misma gente que le estuvo sacando fotos mientras ella todavía agonizaba en el asiento trasero del automóvil».
Las declaraciones son parte de una entrevista con BBC One e integran el documental Diana, 7 días, que conmemorará el vigésimo aniversario de la muerte de Lady Di, el 31 de agosto. El príncipe Harry fue menos duro que su hermano, el príncipe William —«una jauría», calificó a los fotógrafos el duque de Cambridge— y mucho más emotivo: «Y esas personas que causaron el accidente, en lugar de ayudar estuvieron sacando fotos de ella mientras moría en el asiento trasero«.
La princesa Diana sufrió un accidente automovilístico fatal en el túnel del Pont de l’Alma, en París, mientras los fotógrafos perseguían el vehículo en el que iba con su novio Dodi al-Fayed, quien también murió. Los tribunales dictaminaron en 2008 que el accidente fue responsabilidad del conductor, Henri Paul, quien manejaba ebrio, y de los paparazzi, quienes perseguían el vehículo esa noche.
«William y yo lo sabemos, nos lo ha dicho muchas veces gente que tiene conocimiento de que fue así. Ella tenía una lesión grave en la cabeza, pero todavía estaba viva en el asiento trasero«, recordó el hijo menor de Lady Di, que tenía 12 años en el momento de la muerte de su madre. «Luego esas fotografías llegaron hasta las redacciones periodísticas de este país».
El mayor de los hijos de la princesa, el príncipe William, dijo que «una jauría» de fotógrafos persiguió a su madre constantemente. Él, como niño, sufrió por querer protegerla y no poder, y en consecuencia verla mal. «Cada vez vez que salía había una jauría de gente esperándola. Y digo una jauría, como una jauría de perros, que la seguía, la perseguían, la acosaban, la insultaban, la escupían, trataban de hacerla reaccionarpara conseguir esa foto de ella atacándolos».