La intensa presencia pública de escritoras dominicanas

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El reputado narrador y crítico literario José Alcántara Almánzar destacó que “uno de los rasgos más estimulantes de las letras dominicanas contemporáneas es la intensa presencia pública de las escritoras”.

Al hacer una “Panorámica de la literatura dominicana”, mientras dictaba una conferencia en Casa de América, durante la celebración de la Feria del Libro de Madrid 2019, dijo que desde mediados del siglo pasado existe una febril actividad creadora realizada por mujeres de distintas promociones, que ha contribuido a la diversidad y enriquecimiento de la literatura.

Dijo que, al hacer un recuento de las letras dominicanas de los dos primeros decenios de este siglo, hay un dato que salta a la vista, y es que, excepto uno, los grandes maestros de la literatura dominicana del siglo XX han fallecido, dejando un enorme vacío en el panorama cultural del país.

“Por lo menos cinco personalidades capitales partieron en las postrimerías del siglo XX, o en los primeros años de este siglo: Manuel del Cabral (1907-1999); Manuel Rueda (1921-1999); Pedro Mir (1913-2000); Juan Bosch (1909-2001) y Virgilio Díaz Grullón (1924-2001)”, dijo.

Además, recalcó: “De aquella generación excepcional, el único maestro vivo y activo hoy día es Marcio Veloz Maggiolo (1936), Premio Nacional de Literatura, poeta, excelente narrador y ensayista, antropólogo e historiador”.

De izquierda a derecha, el embajador dominicano en España, Olivo Rodríguez Huertas, el escritor José Alcántara Almánzar, la gestora cultural María Amalia León, y Antonio Pérez-Hernández y Torra, director de Casa de América.
De izquierda a derecha, el embajador dominicano en España, Olivo Rodríguez Huertas, el escritor José Alcántara Almánzar, la gestora cultural María Amalia León, y Antonio Pérez-Hernández y Torra, director de Casa de América. ( LEANDRO VENTURA)
Alcántara Almánzar afirmó que la literatura dominicana del siglo XXI es heredera directa de la anterior, sobre todo de los creadores que poco más de medio siglo antes, a partir de 1960, marcaron con sus obras y acciones el momento histórico que les tocó vivir y en el que soñaron y publicaron.

Manifestó que aún resuena con todo su fragor la “cultura de la protesta” al inicio de los sesenta del siglo XX cuando, enfrentándose a una tradición que era no solo literaria, sino también política y social, las nuevas promociones quisieron dar al traste con el legado anterior.

Argumentó que la “cultura de la protesta” abarcó una multiplicidad de expresiones y grupos literarios” y que la mayoría de los narradores estuvieron bajo la influencia del “boom latinoamericano”.

Vista del público congregado en Casa de América, para escuchar al dominicano José Alcántara Almánzar.
Vista del público congregado en Casa de América, para escuchar al dominicano José Alcántara Almánzar. ( LEANDRO VENTURA)
“A fines de los setenta, la creación de los Premios Siboney (1977-1985) constituyó otro acontecimiento de relieve en la cultura dominicana contemporánea. Estos galardones contribuyeron a reanimar la actividad literaria local y sobre todo a descubrir nuevos talentos, algunos muy jóvenes entonces, que hoy forman parte de los maestros de las letras nacionales”, sostuvo.

Afirmó que la década de los ochenta, la llamada “década perdida”, etapa de crisis económica y política, pero también existencial y de anhelos colectivos de superación, produjo una nueva hornada de escritores nucleados en torno a la denominada “Generación del 80.

Después de los “novísimos” de los noventa, han seguido emergiendo nuevos representantes de las letras nacionales, tanto en la capital como en el interior del país, planteó el narrador e investigador literario.

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