Linda Wenzel, de 16 años, huyó el verano pasado de su ciudad natal, Pulsnitz, al este de Alemania, para sumarse a las filas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). El mes pasado fue capturada en Mosul y ahora aguarda su condena, que podría llevarla a la pena de muerte.
Haider al Abadi, primer ministro iraquí, explicó a la agencia AP que será el Poder Judicial el que decida si la adolescente debe ser condenada con esa pena.
«Son responsables de sus acciones, especialmente si el acto es una actividad delictiva que lleva a la muerte de personas inocentes», señaló el mandatario.
Linda, más conocida como «La bella de Mosul», fue encontrada en el sótano de una casa en la Ciudad Vieja de Mosul por las fuerzas iraquíes.
Se convirtió al islam a los 15 años. Reclutada en las redes por fanáticos del ISIS, dejó Alemania poco después de la separación de sus padres y viajó a Estambul, desde donde la ayudaron a escabullirse en Irak. Allí se casó con un combatiente checheno que al poco tiempo fue muerto en batalla y terminó en Mosul, el principal refugio de ISIS hasta su caída a fines de junio.
Fue capturada con un bebé en brazos de entre los escombros de esa ciudad junto con otras cuatro chicas alemanas. Herida en una pierna y entre sollozos, fue cargada por soldados por las calles del bastión yihadista recuperado.
Alemania inició negociaciones diplomáticas para que sea devuelta a su país para ser juzgada por su participación en una organización terrorista. Pero antes, los iraquíes están investigando cuáles fueron sus tareas entre los combatientes del ISIS.