La larga espera del Japón en el Nobel de Literatura

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Kenzaburo Oe, ganador del Premio Nobel de Literatura, se ha inspirado, en parte, en mitos y leyendas rurales conocidos por él en su infancia.

Pese a figurar entre los primeros tres favoritos al Premio Nobel de Literatura del 2015, el japonés Haruki Murakami no logró el galardón, que fue para la bielorrusa Svetlana Alexiévich. “Es molesto ser eterno candidato al Nobel”, había respondido ya Murakami en enero cuando una seguidora le preguntó qué sentía al ver su nombre aparecer cada año en los títulos de la prensa mundial cuando se acercaba el pronunciamiento de la Academia Sueca.

Lo más molesto para el autor es que su nombre no ha sido postulado oficialmente (los candidatos se revelan mucho después), sino como “favorito” en las casas de apuestas. “Me siento como un caballo de carreras”, comentó.

Venerado por millones de admiradores y denostado por muchos críticos, Haruki Murakami (1949) es el escritor que vende más libros en el Japón y uno de los más populares autores de ficción en el mundo. Desde hace varios años, la casa de apuesta Ladbrokes lo sitúa entre los favoritos para cosechar el apreciado Nobel de Literatura. Sin embargo, este momento no ha llegado, y el debate se ha reavivado luego de conocerse el reciente fallo.

Sus detractores lo tildan de ser un escritor pop muy repetitivo. El novelista peruano Iván Thays incluso afirmó, el año anterior en El País , que “el Nobel no es para hipsters ”. Sin embargo, con millones de libros vendidos en más de cincuenta idiomas, cada nueva obra de Murakami es un éxito seguro en ventas.

En septiembre de este año, Murakami publicó su nuevo trabajo, Shokugyou toshiteno shosetsuka (Novelista como profesión), y la cadena de librerías Kinokuniya se aseguró el 90 % de la tirada inicial de 100.000 ejemplares.

Debate. En su artículo Por qué Murakami no debe ganar el Nobel de Literatura: Carta abierta a la Academia Sueca , la periodista Lara Hermoso arguyó: “¿Ha reinventado la narrativa japonesa escribiendo una y otra vez la misma novela? Narra en primera persona un triángulo amoroso, un corazón roto, un amor que permanece por encima del bien y del mal […]. A eso súmenle que hay un gato, porque el gato es la mascota de los hipsters , y este encima es un gato que habla”.

No obstante, para el escritor Andrés Ibáñez, “la mayoría de sus historias son complejas, surrealistas, oníricas… Sus protagonistas son seres que no encuentran un lugar en el mundo y que no se someten a las pautas sociales. Murakami posee un estilo inconfundible y una narrativa preciosa”.

Pocos días antes del pronunciamiento de la Academia Sueca, ocho mil lectores de la revista culturalBabelia votaron por su candidato para el Nobel de Literatura, y un 18,71 % eligió a Haruki Murakami, arriba de Milán Kundera y muy por encima de quien resultó galardonada, la bielorrusa Svetlana Alexiévich.

Mientras tanto, pocas horas después de que fuera conocido el fallo, las redes sociales en el Japón se inundaron con el nombre de Murakami. En Twitter abundaron memes satíricos alusivos al autor, y algunos arremetieron contra los “harukistas”, como se llama a quienes lo siguen casi obsesivamente.

Con el nombre de Ritsukawa, un usuario comentó: “Esa actitud de ‘lo quiero, lo quiero’ [el premio]” es probablemente lo que más lo aleja

Al preguntarse a varios estudiantes universitarios japoneses, fue notable que la mayoría no había leído a Murakami y que existen otros escritores que se ganan el respeto de lectores y académicos sin ser fenómenos de masas.

“Comencé a leer un libro de Murakami, 1Q84 , por su relación con la novela 1984 , de George Orwell, pero no lo terminé. Me parece que, de los autores vivos, Jiro Asada (1951) y Shuntaro Tanikawa (1931) son los que gozan de más popularidad entre los universitarios japoneses. Entre los ya fallecidos, pero aún cercanos, sin duda Kunio Yanagita (1875-1962) y Osamu Dazai (1909-1948) son los más famosos para las generaciones jóvenes”, comentó, para Áncora , Maeda Hitomi, estudiante de sociología de la Universidad de Kyushu.

Otras voces. De haber ganado, Murakami se habría convertido en el tercer japonés en recibir el galardón en los 115 años de existencia de los premios Nobel. El primero fue Yasunari Kawabata (1899-1972) en 1968, y más tarde Kenzaburo Oe (1935) en 1994.

Es famosa la frase de Kawabata al momento de recibir el Nobel: “¿Por qué me lo dan a mí si existeMishima ?”. Por su parte, Yukio Mishima se quitaría la vida dos años después sin haberlo recibido. Asimismo, dos años más tarde, Kawabata lo seguiría en este trágico desenlace.

También se ha hablado mucho sobre la posible candidatura de Shuntaro Tanikawa, muy querido en el Japón por sus poemas y cuentos. Muchos niños japoneses conocen de memoria sus versos musicalizados, pero Tanikawa recibe a veces la misma crítica que Murakami: el éxito popular no indica necesariamente una gran destreza literaria.

En cuanto al número de investigaciones académicas recientes en las universidades japonesas, la tendencia se inclina en favor de Osamu Dazai, Yukio Mishima, Yasunari Kawabata y Natsume Soseki (1867-1916).

Las dos primeras novelas de Murakami traducidas al español.
Las dos primeras novelas de Murakami traducidas al español.

Entre los estudiosos extranjeros, Mishima y Dazai son los más analizados. Por ejemplo, en el Japón hay decenas de aspirantes (extranjeros y nacionales) al doctorado en el análisis de la obra literaria de Osamu Dazai.

La fama de este autor japonés ya ha llegado hasta Costa Rica. Francisco Víctor Aguilar, dueño de la Librería Andante, en San Pedro de Montes de Oca, mencionó que las obras Indigno de ser humano , Colegiala y Ocho escenas de Tokio , de Dazai, son de las más vendidas en nuestro país.

“Dazai es un escritor oscuro, pero explica muy bien lo que se siente al ser japonés, la dificultad de encajar en moldes predeterminados y la soledad de la época contemporánea. Al hablar de su propia debilidad, podemos vernos reflejados”, comentó Yo Nonomura, de la Universidad Doshisha de Kioto.

A Osamu Dazai se lo conoce como la voz desencantada de su tiempo porque pudo capturar los años de posguerra, cuando todos los valores tradicionales japoneses estaban siendo revisados.

En 1948, en la cima de su carrera literaria, Dazai se suicidó en las aguas del río Tama, en Tokio. De haber sobrevivido (a sí mismo) hubiese sido el candidato más fuerte al Nobel.

¿Vanidad? Nadie del Japón ganó esta vez el Nobel en Literatura, pero dos japoneses fueron galardonados en Física y Medicina. Takaaki Kajita (Japón) y Arthur McDonald (Canadá) lograron el Premio Nobel en Física por determinar que los neutrinos tienen masa, lo que se considera clave en el entendimiento del cosmos.

Asimismo, William C. Campbell (Irlanda), Satoshi Omura (Japón) y Youyou Tu (China) recibieron el Nobel en Fisiología o Medicina por sus descubrimientos para aplicar una nueva terapia contra las infecciones causadas por parásitos (Omura y Campbell), y por sus descubrimientos en nuevos tratamientos contra la malaria (Tu).

Sobre ellos no hubo tanta (si la hubo) especulación ni apuestas millonarias, aunque sus logros no son menos importantes. Por ello, muchos cibernautas japoneses han manifestado que el asunto del Nobel es una cuestión de vanidad, al menos en literatura.

Uno de los usuarios escribió: “Por su descripción de un mundo hostil donde el ser humano apenas es una pieza de un gran complicado engranaje, suele compararse a Osamu Dazai con Franz Kafka (1883-1924). Las obras de Rinzo Shiina (1911-1973), que muestran ‘la pobreza espiritual’ de los años de posguerra, han hecho que se lo llame el ‘Kafka japonés’. El mismo Murakami ha confesado que el autor checo es una de sus mayores influencias literarias, e incluso escribió la obra Kafka en la orilla , ¡pero Kafka nunca ganó el Nobel y pretendía que quemaran todos sus libros!”.

El autor es periodista costarricense. Ha trabajado como corresponsal de medios de prensa de China para Hispanoamérica; cursa el posgrado en Estudios Asiáticos de la Universidad Imperial de Kyushu (Japón).

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