Una isla, en su definición original, se describe como un pedazo de tierra rodeado de agua; eso es República Dominicana, una isla que cautiva por sus paisajes, playas, comida, su gente y en esta ocasión por los ríos, que representan una parte importante de las maravillas que ofrece el país y que resaltan en este escrito con un enfoque en el sur.
Ante esto, se vuelve necesario hacer un recorrido a través de las letras para conocer estos manantiales de aguas cristalinas, un poco de su descripción y otros detalles interesantes.
Dentro de los principales lugares donde se ubican estos sitios se debe hacer mención de San Cristóbal, San Juan, Barahona, Neyba y Pedernales.
A pesar de que muchos de estos destinos no son tan conocidos, dejan una huella en el corazón de sus visitantes para que puedan volver en cualquier momento.
Los Charcos de Nizao
Este encantador destino está ubicado en Los Cacaos, San Cristóbal, es uno de los balnearios más significativos, no solo por sus aguas cristalinas, sino también por la belleza, tranquilidad y frescura que transmite. Según se indica, este es un recorrido que dura aproximadamente una hora con 45 minutos entre las rocas, paisaje, agua y sonido, lo que contribuye a que el camino resulte menos difícil.
Cascada La Culebra
Este paraíso acuático recibe ese nombre por poseer una forma de serpiente. Se encuentra dentro de los destinos de Los Cacaos, en San Cristóbal y ofrece a los visitantes una hermosa vista, además de frescura con sus aguas.
Llegar al lugar conlleva aproximadamente media hora y es un camino empinado.
Cañón del Río Blanco
El Cañón del Río Blanco es considerado como una de las más hermosas rutas de senderismo en la República Dominicana, por los aventureros, y está ubicado en San Juan de la Maguana.
La llegada al lugar requiere una buena formación física, según han asegurado en distintas ocasiones los excursionistas que visitan el lugar, además de que el recorrido dura aproximadamente unos 40 minutos.
Es un espacio ideal para acampar y pasar un tiempo agradable entre montañas y con un contacto directo a la naturaleza.
Balneario La Plaza
Desde ‘la perla del sur’, Barahona, específicamente en La Ciénaga se encuentra ubicado este balneario, que ofrece a sus visitantes aguas frescas y mucho verde.
Es un lugar en el que se puede hacer senderismo, para culminar con la vista del cañón y sus aguas para aprovechar un baño.
Cueva de la Virgen
Bajo la Sierra de Bahoruco se encuentra esta cueva cargada de belleza. Está ubicada en Barahona, cerca del Parque Ecológico la Huasteca. Es un espacio que depara para los visitantes una gran vista y una experiencia inolvidable.
Su principal atracción es el cañón, por el espectáculo que provoca, al junto de la naturaleza que lo rodea.
Balneario Arroyo Salado
Un destino poco conocido, pero donde los rayos del sol tocan el agua cristalina, provocando un espectáculo visual ante los que llegan al lugar.
Arroyo Salado está ubicado en la provincia de Pedernales, en la Colonia de Juancho, a 5 kilómetros de la Laguna Oviedo. Los que suelen frecuentar este balneario son los moradores del mismo lugar y personas que viven en zonas aledañas, como es el caso de Barahona.
Las Marías
Una de las paradas casi obligatorias en el sur, especialmente para las personas que toman la ruta de Neyba o dan la vuelta al Lago Enriquillo.
Está ubicada en la carretera Galván-Neyba, un trayecto de la provincia Bahoruco. Su superficie ronda alrededor de 624 metros cuadrados y una profundidad que oscila entre los 0,5 y los 4,5 metros.
¿Qué llevar?
Vanessa Espinal, excursionista y organizadora de viajes, indicó que los balnearios más sencillos del recorrido por el sur son Las Marías y Arroyo Salado, por lo que se recomienda llevar elementos básicos como trajes de baño, toallas, protector solar y repelente.
Para visitar Los Charcos de Nizao, Cascada La Culebra, Balneario La Plaza y Cueva de La Virgen, se debe considerar: acompañamiento de un guía local, chalecos salvavidas, vestimenta con ropa deportiva, protector solar, gorras o sombreros, repelente, agua, snacks y una mochila impermeable.
En cuanto al Cañón de Río Blanco, se recomienda hacerlo con camping, es decir, amaneciendo en el lugar. Es importante tomar en cuenta que al igual que Cascada La Culebra, esta es una de las rutas más técnicas, por lo que se requiere una buena condición física y experiencia.
Además, se debe tomar en consideración el acompañamiento de guías locales, cocinero, preparativos para las comidas, casas de campaña, bolsa de dormir, colchón inflable, picaderas para el trayecto, entre otros artículos personales esenciales.
Recomendaciones
A modo de sugerencia, Espinal dice: “es importante que la ruta que vayamos a realizar esté acorde a nuestra condición física, ir acompañados de algún guía o personas que conozcan la zona; además, verificar las condiciones meteorológicas, para asegurarnos de realizar un viaje exitoso y con una buena experiencia”.
