Instagram volverá privadas automáticamente las cuentas de adolescentes mientras la plataforma trata de volverse más segura para los menores en medio de las críticas contra cómo las redes sociales afectan la vida de los más jóvenes.
A partir del martes en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, cualquier persona menor de 18 años que abra una cuenta en Instagram quedará restringida como cuenta de adolescentes y aquellas cuentas que ya existen serán migradas en los próximos 60 días. Los adolescentes en la Unión Europea tendrán sus cuentas ajustadas para finales de este año.
La empresa matriz Meta reconoce que los adolescentes pueden mentir sobre los años que tienen y dice que les exigirá que verifiquen su edad en más casos, por ejemplo, si buscan crear una nueva cuenta con una fecha de nacimiento de adulto. La empresa de Menlo Park, California, también dijo que está desarrollando tecnología que encuentra de forma proactiva cuentas de adolescentes que se hacen pasar por mayores de edad y las coloca automáticamente en las cuentas restringidas para menores.
Las cuentas de adolescentes serán privadas de forma predeterminada. Los mensajes privados están restringidos, por lo que los adolescentes solo pueden recibirlos de personas que siguen o con las que ya están conectados. El «contenido sensible«, como videos de personas peleando o aquellos que promueven procedimientos cosméticos, estará limitado, dijo Meta. Los adolescentes también recibirán notificaciones si llevan más de 60 minutos en Instagram y se habilitará un «modo de suspensión» que desactiva las notificaciones y envía respuestas automáticas a los mensajes directos desde las 10 p.m. hasta las 7 a.m.
Si bien estas configuraciones estarán activadas para todos los adolescentes, los de 16 y 17 años podrán desactivarlas. Los que tengan menos de 16 años necesitarán el permiso de sus padres para hacerlo.
«Las tres preocupaciones que estamos escuchando de los padres son que sus hijos adolescentes están viendo contenido que ellos no quieren que vean o que están siendo contactados por personas que no quieren que se comuniquen con ellos o que están pasando demasiado tiempo en la aplicación», dijo Naomi Gleit, directora de producto de Meta. «Por eso, las cuentas de adolescentes están realmente enfocadas en abordar esas tres preocupaciones».
El anuncio se produce mientras la empresa enfrenta demandas en Estados Unidos que la acusan de dañar a los jóvenes y contribuir a la crisis de salud mental juvenil al diseñar consciente y deliberadamente funciones en Instagram y Facebook que hacen que los niños se vuelvan adictos a sus plataformas.
Aunque Meta no dio detalles sobre cómo los cambios podrían afectar a sus negocios, la empresa dijo que los ajustes podrían significar que los adolescentes utilicen menos Instagram en el corto plazo. Jasmine Enberg, analista de Emarketer, dijo que el impacto en las ganancias debido a los cambios «probablemente será mínimo».
«Aunque Meta sigue priorizando la seguridad de los adolescentes, es poco probable que haga cambios radicales que provoquen un gran impacto financiero», señaló la especialista, y agregó que es poco probable que las cuentas de adolescentes afecten significativamente el nivel de interacción de los adolescentes con Instagram, «sobre todo porque todavía hay muchas formas de eludir las reglas, e incluso podrían motivarlos más a trabajar en torno a los límites de edad».
La secretaria de Justicia de Nueva York, Letitia James, dijo que el anuncio de Meta era un «paso importante, pero se necesita hacer mucho más para garantizar que nuestros niños están protegidos de los daños de las redes sociales». La procuraduría está trabajando con otras dependencias de Nueva York sobre cómo implementar una nueva ley estatal que busca limitar el acceso al contenido adictivo en redes sociales.
Otros fueron más críticos. Nicole Gil, cofundadora y directora general de la organización sin fines de lucro Accountable Tech, calificó el anuncio de Instagram como el «más reciente intento de evitar la supervisión y regulación independiente y real y, en cambio, seguir autorregulándose, poniendo en peligro la salud, la seguridad y la privacidad de los jóvenes».
«El ejercicio de relaciones públicas de hoy no alcanza la seguridad por diseño y la responsabilidad que los jóvenes y sus padres merecen y que solo una acción política significativa puede garantizar», dijo. «El modelo de negocios de Meta se basa en hacer adictos a sus usuarios y extraer sus datos para obtener ganancias; ninguna cantidad de controles parentales y para adolescentes que Meta está proponiendo cambiará eso».
La senadora Marsha Blackburn, republicana por Tennesee y autora de la Ley de Seguridad Infantil en Internet (KOSA o Kids Online Safety Act), que fue aprobada recientemente en el Senado, cuestionó el momento del anuncio, «en vísperas de que la Cámara de Representantes» aborde la iniciativa.
«Como un reloj, la Ley de Seguridad Infantil en Internet avanza y la industria presenta un nuevo conjunto de pautas que se aplican por sí solas», dijo.
En el pasado, los esfuerzos de Meta para responder a la seguridad de los adolescentes y la salud mental en sus plataformas también han sido criticados por considerarlos insuficientes. Por ejemplo, aunque los menores reciban un aviso de que ya han pasado 60 minutos en la app, podrán seguir utilizándola.
Esto a menos que los padres enciendan el modo de «supervisión parental«, donde se puede limitar el tiempo de los adolescentes en Instagram a un tiempo determinado.
Con los recientes cambios, Meta ofrece a los padres más opciones para supervisar las cuentas de sus hijos. Los menores de 16 años necesitarán el permiso de un padre o tutor para cambiar sus configuraciones a otras menos restrictivas. Pueden hacerlo configurando la «supervisión parental» en sus cuentas y conectándolas con un padre o tutor.
Nick Clegg, presidente de asuntos globales de Meta, dijo la semana pasada que los padres no utilizan los controles parentales que la empresa ha introducido en los últimos años.
Gleit, de Meta, opina que las cuentas para adolescentes incentivarán a los padres a comenzar a usarlas.
«Los padres podrán ver, a través del centro familiar, quién está enviando mensajes a su hijo adolescente y, con suerte, tener una conversación con él», dijo. «Si ocurre acoso o intimidación, los padres tendrán visibilidad de a quién sigue su hijo adolescente, quién lo sigue, a quién le ha enviado mensajes en los últimos siete días y, con suerte, tendrán algunas de estas conversaciones y los ayudarán a navegar por estas situaciones realmente difíciles en internet».
El director de salud pública de Estados Unidos, Vivek Murthy, dijo el año pasado que las empresas tecnológicas ponen demasiada responsabilidad en los padres cuando se trata de mantener a sus hijos a salvo en las redes sociales.
«Le estamos pidiendo a los padres que manejen tecnología que evoluciona rápidamente y que básicamente cambia lo que los niños piensan sobre sí mismos, cómo construir amistades, cómo experimentan el mundo y, tecnología, que por cierto, las generaciones pasadas no tuvieron que manejar», expresó Murthy en mayo de 2023.