Un grupo científico internacional encontró el adorno en el norte de Mongolia. Mide algo más de 4 centímetros y fue tallado en piedra. Qué dice la investigación publicada en Nature
La pieza que los científicos consideraron con forma de pene tiene 4,3 centímetros de largo y, no cabe ninguna duda, que fue hecha por manos humanas
En el arte, hay dibujos o esculturas que muestran personas, animales o cosas. Estos dibujos o esculturas empezaron a fabricarse hace unos 50.000 años en distintos lugares del mundo. Solo los humanos son capaces de este tipo de arte, que tiene un significado especial. Un trabajo científico recientemente publicado dio cuenta del hallazgo de una pieza de adorno parecida a un falo en una región de Mongolia, donde se constató que ya vivían personas hace 42.000 años.
El trabajo, publicado en Nature Scientific Report, fue realizado de manera conjunta por expertos de Francia, Rusia, Mongolia, Alemania, Estados Unidos, el Reino Unido y Japón, quienes concluyeron que la pieza no era de ese lugar y que fue utilizada de diferentes maneras. Además, destacaron que no se conocen este tipo de adorno parecidos a penes humanos que sean tan antiguos, ya que es anterior incluso que los dibujos o esculturas con “la representación antropomórfica sexuada”.
Esto indica, consideraron, que las personas que cazaban y recolectaban usaban partes del cuerpo, como el sexo, para hacer símbolos en una etapa muy temprana. La pieza se hizo en un tiempo en el que los humanos se mezclaban con otros seres parecidos, llamados denisovanos, y la del hallazgo es una zona donde esos encuentros podían ocurrir.
El ornamento de piedra se detectó en la zona de excavaciones arqueológicas de las montañas Khangai, situadas al norte de Mongolia. La pieza que los científicos consideraron con forma de pene tiene 4,3 centímetros de largo y, no cabe ninguna duda, que fue hecha por manos humanas. Los investigadores afirmaron que el adorno de grafito tallado es la “representación antropomórfica sexuada más antigua conocida”.
Ubicación de los yacimientos donde se han hallado ornamentos personales atribuidos a las primeras etapas del Paleolítico Superior (Nature)
Los expertos sometieron a pruebas de datación al material hallado y estimaron su antigüedad entre los 42.400 a 41.900 años, por lo tanto se creó en el Paleolítico Superior, la última etapa en la que los científicos dividen ese período prehistórico.
Lo que tiene de novedoso, además, este hallazgo es que los colgantes fálicos tridimensionales eran desconocidos en el registro paleolítico. Pero este adminículo da testimonio de que las comunidades de cazadores-recolectores utilizaron atributos anatómicos sexuales como símbolos en una etapa muy temprana de su dispersión en la región asiática donde se encontró.
“El colgante se produjo durante un período que se superpone con las estimaciones de edad de los primeros eventos de introgresión entre el Homo sapiens y los denisovanos, y en una región donde tales encuentros son plausibles”, escribió el equipo científico en el estudio publicado en Nature. Es oportuno aclarar que los denisovanos eran una subespecie de homínido que fue identificada a través de análisis de ADN realizados en 2010 al cuerpo de una niña hallada en las cuevas de Denísova, en Altái, región rusa de Siberia, próxima a Mongolia.
El colgante negro tiene varios surcos, pero dos de ellos llamaron la atención de los científicos. Los investigadores creen que estos surcos fueron tallados en la piedra para que se parezca a un pene humano. Pero no todos están convencidos de que el colgante mongol represente un falo.
Detalle bajo el microscopio del colgante hallado en Mongolia (Nature)
Solange Rigaud, arqueóloga de la Universidad de Burdeos y autora principal del estudio, cree que el argumento más sólido a favor del colgante como representación fálica proviene de las características en las que se centró su creador. “Nuestro argumento es que cuando quieres representar algo de manera abstracta, eliges características muy específicas que realmente caracterizan lo que quieres representar”, explicó. Por ejemplo, el tallador parece haber tenido cuidado de definir la abertura de la uretra, señaló, y de distinguir el glande del eje.
Los arqueólogos, utilizando microscopios, estimaron que quien creó el colgante usó herramientas de piedra para tallar los surcos tanto para representar la uretra como el glande. También descubrieron que el artículo es más suave en la parte posterior que en el frente.
Es probable que se haya atado una soga alrededor del glande, lo que sugiere que el adorno pudo haber sido usado alrededor del cuello. La cantidad de desgaste en la superficie sugiere que probablemente se transmitió de generación en generación.
Otros adornos personales hallados en la misma región de Tolbor correspondientes también al Paleolítico superior fabricados en cáscara de huevo de avestruz, serpentinita esteatitas y pirofilita
Otro dato de gran interés para los expertos es que el grafito es una piedra que no se hallaba disponible en la zona de Tolbor, en las montañas de Khangai, lo que sugiere que el colgante pudo haber sido llevado desde otro lugar, tal vez a través del comercio.
Las excavaciones y los estudios fueron realizados en forma conjunta por expertos de la Universidad de Burdeos, Francia; el Instituto de Arqueología y Etnografía de Rusia; el Instituto de Arqueología de Mongolia; la Universidad de Winthrop, en Carolina del Sur, Estados Unidos; el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, de Leipzig, Alemania; la Universidad de Highlands and Islands, de Kirkwall, Reino Unido y la Universidad Metropolitana de Tokio.
Fuente-infobae.