Los inmigrantes residentes de Mississippi se encerraron en sus casas ayer jueves por temor a ser arrestados, un día después de la mayor redada inmigratoria de Estados Unidos en los últimos 10 años.
El miércoles, 680 personas fueron arrestadas, pero más de 300 habían sido liberadas para la mañana de ayer jueves, dijo en un correo electrónico Bryan Cox, el vocero del Servicio de Control de Inmigración de Aduanas (ICE).
De los detenidos, 30 fueron puestos en libertad en las plantas y alrededor de 270 más fueron liberados del hangar militar a donde fueron llevados tras los operativos del miércoles para ser procesados, agregó Cox, aunque no explicó los motivos de la medida y se limitó a decir que las liberaciones en las plantas fueron por “razones humanitarias”. Los migrantes “fueron puestos en proceso para comparecer ante una corte federal de inmigración y tendrán su día en la corte en fecha posterior”, añadió.
Información
Un pequeño grupo que buscaba información sobre los inmigrantes detenidos en las redadas del miércoles se reunió ayer jueves en la mañana afuera de una de las compañías registradas: la planta de Koch Foods Inc. en Morton. Ronaldo Tomas, quien se identificó como un empleado en otra planta de Koch Foods en el pueblo que no fue allanada por las autoridades, dijo que los niños estaban asustados. Tomas contó que tiene un primo con dos hijos que fue detenido en una de las redadas.
Gabriela Rosales, residente de Morton, dijo que comprendía que había un “proceso y una ley” para quienes viven en el país sin autorización. “Pero lo que hicieron es devastador”, agregó. “Fue devastador ver a todos esos niños llorando, que vieron a sus padres por última vez”.