Los microplásticos o residuos de estos materiales al convertirse en partículas menores de cinco milímetros se están volviendo una amenaza, no solo para los ecosistemas marinos y las aguas subterráneas, sino también para los humanos.
Tomando en cuenta que al fragmentarse casi de forma atómica son ingeridos por especies acuáticas de consumo humano o filtrarse a través de las aguas al subsuelo, sus restos podrían impactar la salud de la gente de continuar la contaminación con ese tipo de desechos.
“Estudios han encontrado residuos de microplásticos en los intestinos de distintas especies marinas, también aves, en lombrices de tierra, en la sal marina, en agua de botellas y hasta en miel de abeja y el aire, según literaturas científicas”, explicó Raulín Zapata, ecólogo con maestría en tecnología ambiental y especialidad en microplásticos.
Impacto a la salud
Algunos exfoliantes y maquillajes contienen microplásticos.
Zapata, quien es asesor en políticas ambientales del Ministerio de Medio Ambiente, asegura que aunque no se ha determinado del todo el impacto de los micro plásticos a la salud humana, sí se ha comprobado que está expuesta en caso de ingerir pescados y alimentos provenientes de mares y otras fuentes de aguas, sal marina y miel de abeja, donde se han encontrado partículas; igual cuando pululan en el aire.
“Los microplásticos tienen la particularidad de absorber contaminantes persistentes, los cuales pueden ocasionar afectación al sistema nervioso de la gente por algunos componentes químicos”, precisó Zapata, tras especificar que en la parte terrestre se han encontrado en aves, así como en el subsuelo, al ser filtrados a través del agua.
La clasificación
Los microplásticos se dividen en dos, los primarios: fabricados por la industria cosmética para la elaboración de exfoliantes faciales, pasta dental, jabones y otros productos de la higiene personal que buscan eliminar bacterias y pieles muertas.
Países como Reino Unido, Francia, Portugal, y algunos Estados norteamericanos han comenzado a prohibirlos y los sustituyen por materia prima natural.
Los secundarios se forman por fragmentación de artículos, como vasos y platos desechables tirados al descuido, y por efecto de la luz solar, temperatura o al ser destruidos por la gente que alcanzan tamaños casi imperceptibles.
Al ser ingeridos por especies acuáticas, podrían afectar su reproducción y alimentación.
Tráfico de desechos
Control
A través de la Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos es regulado el manejo y la eliminación de los desechos peligrosos. En el caso del plástico, existen consensos para compra y venta.