Los tres expresidentes que lideran la iniciativa de diálogo en Venezuela explicarán el próximo martes en la Organización de Estados Americanos (OEA) el estado de su mediación entre Gobierno y oposición, dos días antes de hacerlo ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Por invitación de la misión de Venezuela en la OEA, intervendrán en el Consejo Permanente José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), los exmandatarios que encabezan el diálogo auspiciado por la Unasur.
Venezuela se adelanta así a la sesión convocada para el próximo jueves para debatir si la OEA aplica a Caracas su Carta Democrática, el instrumento jurídico al que ha recurrido el secretario general del ente, Luis Almagro, para aumentar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro y que podría llevar a una misión de mediación (18 votos) o, en último lugar, a la suspensión de Venezuela del organismo (24).
Unasur, alianza regional creada en 2011 con el impulso clave del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, anunció este sábado también para el jueves una reunión de cancilleres con los tres expresidentes para «evaluar el avance del diálogo».
El cruce de convocatorias es muy revelador del actual momento de pugna entre Venezuela y Almagro, pero también entre la OEA, la Unasur y los diferentes actores políticos que buscan un papel en la crisis del país caribeño.
«Hay muchos cocineros en la cocina, (Ernesto) Samper (secretario general de Unasur), que tiene que hacer algo antes de que acabe su mandato, (Susana) Malcorra (canciller argentina), en campaña por la Secretaría General de la ONU», dijo a Efe Michael McCarthy, consultor del centro de estudios Wilson Center.
«Almagro -prosiguió-, que tiene que levantar la voz para hacer relevante de nuevo a la OEA, y EE.UU., que sabe que si sacan un comunicado solos ayudan a Venezuela a polarizar la situación».
Estados Unidos, que hasta ahora había evitado liderar este debate, envió esta semana a la Asamblea de la OEA en Santo Domingo a su secretario de Estado, John Kerry, para aumentar la presión sobre Caracas sumándose a Almagro en sus peticiones a Maduro.
Los dos, junto a otras voces internacionales, lo instan a celebrar este año el referendo revocatorio que promueve la oposición, liberar a los «presos políticos», respetar los derechos humanos, y abrir canales de ayuda humanitaria internacional para paliar la escasez de alimentos y medicinas que sufren los venezolanos.
Pero Kerry quiere intentar todas las vías, por eso también aprovechó la Asamblea para reunirse con la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, y proponerle reanudar su diálogo bilateral, después de no tener embajadores desde 2010 y estar en tensión agravada desde que EE.UU. declaró a Venezuela una «amenaza extraordinaria» en 2015.
Almagro celebró este nuevo intento de diálogo y también que los expresidentes acudan a la OEA.
«Será fundamental para saber cuáles han sido los obstáculos que ha enfrentado la iniciativa (de diálogo), por qué aún no ha podido concretarse y cuáles serán los caminos para poder destrabar la situación», dijo Almagro este miércoles en la clausura de la Asamblea.
El excanciller uruguayo (2010-2015), que participó en la misión de mediación de Unasur en Venezuela en 2014, ha propuesto sumar a la OEA y a más expresidentes a la iniciativa de diálogo en marcha.
En su informe sobre Venezuela, pide sumar a los exmandatarios «que han demostrado preocupación anterior por la situación venezolana» y cita a los españoles José María Aznar y Felipe González, al uruguayo Luis Alberto Lacalle, al colombiano Andrés Pastrana, al chileno Sebastián Piñera y al boliviano Jorge Quiroga.
Almagro considera además que el diálogo en curso está «carente de los elementos que le den sustancia a la posibilidad de que las partes tengan confianza mutua», según dijo en una reciente entrevista con Efe.
«Si no largás (liberas) a los presos políticos, si no pones fecha al referendo revocatorio, ¿de qué te vas a sentar a hablar?», consideró entonces, al señalar los dos elementos clave que, en su opinión, debe incluir toda iniciativa de diálogo en Venezuela.
Otra de las pugnas de la próxima semana será a cuenta de la presencia del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el opositor Henry Ramos Allup, en la sesión del jueves en la OEA.
Almagro quiere que asista, Allup ha dicho que acudirá, pero el Gobierno de Maduro rechaza esta posibilidad, de manera que la misión de Venezuela en la OEA podría impedir que hable ante el Consejo, según informaron a Efe fuentes diplomáticas.