La Justicia fijó una multa equivalente a 1,25 millones de dólares al ex presidente Lula da Silva para pasar al régimen de prisión semiabierto, justo antes de que el Supremo Tribunal Federal determine el futuro del político, cuando analice la nulidad de condenas de Lava Jato.
Preso desde abril de 2018, Lula tendrá que pagar 4,9 millones de reales para poder salir durante el día y retornar por la noche a la Superintendencia de la Policía Federal, determinó la jueza Carolina Lebbos, de la primera instancia federal de Curitiba.
Según un artículo de ANSA, esta medida es una respuesta al pedido de la Fiscalía para que cambie el régimen carcelario porque Lula ya cumplió un sexto de la pena, el período mínimo de arresto.
Sin embrago, el propio Lula rechazó pasar a la libertad parcial con el argumento de que su causa debe ser anulada debido a lo que él definió como falta de imparcialidad en su juzgamiento.
En una carta de su puño y letra dada a conocer por su abogado, Cristiano Zanin, el ex mandatario escribió: “Al pueblo brasileño: No cambio mi dignidad por mi libertad”. En su opinión, lo que deberían hacer los fiscales es “pedir disculpas a los brasileños, a los millones de desempleados y a mi familia por el mal que han hecho a la democracia, a la justicia y al país”.
Lula ha insistido en que es objeto de “acusaciones falsas” y que son los fiscales quienes “están presos de sus mentiras”. En este sentido, ha confiado en que el Supremo Tribunal Federal (STF) corrija las “arbitrariedades” cometidas por los fiscales y por Sergio Moro.
“Soy plenamente consciente de las decisiones que tomé en este proceso y no descansaré hasta que vuelvan a prevalecer la verdad y la justicia”, ha remachado en su carta escrita desde la prisión de Curitiba donde permanece recluido.
El parecer de la jueza Lebbos antecedió a la reunión del Supremo que ya comenzó el miércoles en Brasilia, y que puede tener impacto en el proceso de Lula y en decenas de otros fallos de Lava Jato. La sesión comenzada el miércoles será retomada el jueves, cuando definirá el destino de Lula da Silva.
La semana pasada el Supremo dictaminó que el ex juez Sergio Moro, creador de Lava Jato y actual ministro de Justicia, no respetó el derecho de defensa cuando impidió que los acusados tuvieran la última palabra en los juicios, luego de presentados los testimonios de los “arrepentidos”.
Este miércoles, a partir de las 14:00 horas (19:00 hora GMT) la alta Corte determinará el alcance concreto del juzgamiento de la semana pasada, y si se aplicará en beneficio de Lula.
El político cumple una prisión de ocho años y 10 meses por corrupción y lavado de dinero vinculado a un departamento triplex en la ciudad balnearia de Guarujá. Los diarios O Globo y Estadao del miércoles analizaron las posibles “modulaciones” con que los jueces del Supremo pondrán en práctica el fallo y no descartan que se opte por una decisión que busque atenuar las consecuencias.
Según fuentes judiciales, sin embargo, algunos de los magistrados quieren evitar que se anulen decenas de condenas y esto signifique un golpe para Lava Jato, el proceso contra la corrupción más importante de las últimas décadas.