Floyd Mayweather tiene 40 años y se retiró del boxeo hace 23 meses, tras derrotar a su compatriota André Berto por decisión unánime. Fue campeón mundial de cinco categorías diferentes durante 20 años de profesión y es uno de los 10 mejores boxeadores de la historia gramo por gramo y año por año. Ha realizado 49 peleas que significaron 49 triunfos, de los cuales 26 fueron por nocaut.
Conor McGregor es un luchador irlandés de las artes marciales mixtas (MMA), tiene 29 años, ha ganado 18 luchas por nocaut y ha perdido una por «sumisión», que significa rendirse manifiestamente ante el rival, en este caso frente a Nate Diaz .
El show se realizará el 26 de agosto en el T-Mobile Arena de Las Vegas, un multiestadio para 20.000 personas que costó 375 millones de dólares y fue inaugurado el 6 de Abril del año pasado. La mitad de ese estadio es el del hotel MGM, cuyas puertas de ingresos están a menos de 100 metros de distancia, cruzando Las Vegas Boulevard. El otro 50 por ciento lo aportó la empresa Anschutz Entertainment Group.
El enfrentamiento entre Mayweather y McGregor será un match de boxeo bajo sus más absolutas reglas. Pelearan en un ring normal de 6×6, a doce asaltos de tres minutos cada uno con descansos de un minuto entre round y round. Sólo se modificará el onzaje de los guantes, pues Floyd aceptó hacerlo con 8 onzas –impactan un poco más- en lugar de las 10 que hubiesen correspondido al límite acordado de 69.850 kilos que en el pugilismo es la categoría mediano liviano.
En tales condiciones las posibilidades de éxito del histriónico y osado McGregorresultarían para cualquier crítico de boxeo casi nulas. Veamos por qué:
1.- LO QUE ESTARÁ PROHIBIDO:
Las artes marciales mixtas (MMA) permiten todo aquello que el luchador pueda saber y consecuentemente aplicar del Jiu Jitsu, el «arte suave» japonés, cuyo nacimiento se registra en el 1333 y va sin modificaciones hasta el 1573, durante el periodo Muromachi. Esta disciplina emplea golpes, patadas, rodillazos, esquives, empujones, proyecciones, derribos y estrangulamiento. Estos luchadores en su medio habitual pueden también recurrir alternadamente con el judo, que ayuda a utilizar la fuerza del otro, aumenta la concentración y desarrolla anticipadamente el movimiento del adversario para el agarre y el derribe. Más aún, McGregor sabe pero no podrá utilizar sus destrezas sobre el karate, arte proveniente también desde el Japón, nacido en Okinawa. Patadas, golpes de puños con la mano cerrada y la mano abierta a puntos vulnerables y sensibles, proyecciones, barridos, luxaciones e inmovilizaciones de este deporte, que en el 2020 será Olímpico en Tokio, no estarán permitidos en éste show. Y por último, nada de kick boxing para McGregor. No podrá utilizar golpes de puños, codos, patadas con la tibia y el empeine y obviamente ni hablar de patear las caderas o los genitales de Floyd.
2.- LAS DIMENSIONES DEL ESCENARIO:
Los luchadores de las MMA se desplazan en un octágono que tiene 69 metros cuadrados, con 9.7 de largo y 1.82 de alto. Lo que se conoce como «jaula» de la UFC (Ultimate Fighting Championship, especie de ente regulador y comercializador dominante de las artes marciales mixtas), tiene un ring cuadrado y central donde se boxea y un amplísmo perímetro circundante donde se lucha con todas las armas de las diferentes disciplinas. Este octágono queda encerrado entre sólidos alambrados y hay puertas por donde habrán de ingresar los curadores de heridas y el asistente de cada luchador. O sea que McGregor será trasladado a un cuadrilátero de seis por seis con cuatro cuerdas y donde sólo podrá boxear, los espacios de desplazamiento y descarga se le reducen. Deberá armonizar la angulación y sustento de sus pies en ataque, pues a diferencia de lo que ha venido haciendo –y hace- el boxeo no le permitirá ingresos abruptos, saltos o aceleración callejera para pelear cerca de su adversario.
Para Floyd será fácil controlar los espasmos ofensivos de McGregor y advertir anticipadamente sus partidas. Si lo hizo ante Manny Pacquiao, Oscar De La Hoya, Shane Mosley , el Chino Maidana o Miguel Cotto ¿ cómo no hacerlo con un luchador de artes marciales?
3.- LAS CONDICIONES FÍSICAS:
El boxeador entrena para que sus músculos puedan funcionar de manera distendida. A menor fuerza contraída mayor velocidad en la descarga. Los brazos de un boxeador dejan ver, inevitablemente, un trabajo acumulado de hombros, tríceps, bíceps, abdomen, tórax, antebrazos y fundamentalmente piernas. Podría decirse que el cuerpo de Floyd es el de un atleta que sublimiza al boxeo como expresión deportiva. Cada una de las líneas de sus músculos serán fácilmente advertidas y resultan el fruto de un trabajo y un cuidado impecables. Mayweather, además, prioriza el lugar del cuadrilátero desde donde actuar según el adversario. Y desde allí dominará la acción para contragolpear y en menor medida para contraatacar. Ha sido un ejemplo de la armonización entre sus piernas y sus puños. Resultan ponderables sus quites con el torso, sus barridos con los puños y la fabricación de huecos por donde descargar el gancho inesperado.
En cambio, un luchador –McGregor, por caso –, ha trabajado más la fuerza que la velocidad. Más allá de los interminables tatuajes que cubren todo su cuerpo podrá notarse a simple vista que hay en el irlandés mucho «fierro». Trabajo muscular para potenciar todo aquello que en el boxeo está prohibido: empujar, agarrar, estrangular, derribar con alguna «llave». Claramente Floyd está mejor dotado físicamente que McGregor para boxear. Tiene fibras más laxas que le permiten movimientos más veloces. Obviamente al mundo del boxeo le asalta la duda sobre cómo estarán tales condiciones físicas al momento del match, habida cuenta de sus casi dos años de ausencia de los rings. Pero, se sabe, jamás Floyd ha subido a un cuadrilátero sin presentar las mejores condiciones. Su enorme ego, además, no se lo permitiría.
4.- SOBRE LAS REGULACIONES Y EL ENTORNO:
Este show es realizable porque la Comisión Atlética de Nevada lo ha autorizado. Llamó la atención pero permitió una pelea con reglas de boxeo entre un ex campeón mundial como Floyd y un luchador de MMA como McGregor. Por cierto, las autoridades serán nombradas por tal Comisión y ya se presupone que el árbitro sería Joe Cortez, un neoyorquino de 72 años muy amigable cada vez que le tocó dirigir a Floyd Mayweather. Cuando transmite sus instrucciones, Cortez les dice a los contendientes: «I am fair but firm» («Soy justo pero firme»). Sin embargo, en la pelea que Floyd le ganó a Víctor Ortiz, permitió que Mayweather descargara sus golpes en momentos en que Ortiz se hallaba indefenso.
Su vocación localista ha perjudicado a muchos peleadores argentinos, no nos resulta confiable y podría asegurarse que será un aliado de Mayweather. También lo serán los guantes a utilizarse. Los luchadores pelean con guantes recortados hasta los nudillos de cuatro onzas para hacer sentir más los golpes. Habrá que hacerlo con los de boxeo, que cubren la mano, el puño y la muñeca. Los luchadores combaten a 3 rounds de 5 minutos o a 5 asaltos de 5 cuando está en disputa un título o se trate de una pelea estelar. Ahora serán 12 asaltos de tres minutos y al cabo de los cuales habrá una decisión a menos que se produzca un nocaut, un abandono o que un impedimento físico fehaciente impida que uno de los peleadores pueda continuar el match. Por ejemplo que inintencionadamente McGregor choque su cabeza contra alguna parte de la cabeza de Floyd y produzca una herida. Hipótesis no descartable teniendo en cuenta los mecanismos de las artes marciales mixtas. Todo cuanto podrá hacer el luchador – McGregor- es aquello que más sabe el boxeador – Mayweather-, los seis golpes de la nomenclatura académica: jab, directo, swing, uppercut, cross y gancho.
5.- EL NEGOCIO Y TODOS SUS NÚMEROS:
Las empresas asociadas para de este negocio son tres: Mayweather Promotions- Showtime (asociados), la T-Mobile-MGM (asociados) y la UFC. Ellos proyectaron vender bajo el sistema Pay per View más de 4.400.000 suscripciones que es la cifra que se vendió en la pelea entre Mayweather y Pacquiao en el 2015. El precio de la categoría Standard será de 89.95 dólares por suscriptor y el de HD alcanzará los 99.95 dólares por suscriptor. Si se vendiera este estimado la recaudación promediada por el Pay per View alcanzaría los 396 millones de dólares. Por cierto que las 20.000 entradas que se pusieron a la venta hace doce días habrán de agotarse. Sus precios van de 1500 –la mas barata y lejana– hasta 90.000 dólares por un ringside cercano y glamoroso. Los organizadores están vendiendo de a dos tickets por comprador, pues quieren dificultar la reventa que en la pelea frente a Manny Pacquiao llegó hasta 41.500 dólares por un ringside y ahora creen que podría superar esa cotización de acuerdo al pulso que sintieron en la gira por Nueva York, Toronto, Los Ángeles y Londres, donde Floyd dejó que McGregor hablara mucho, amenazara más y fuera el actor principal en esas conferencias de prensa.
Pero resulta casi imposible calcular la recaudación del estadio, pues el MGM y algunos otros hoteles dispondrán –como siempre- de tickets para sus jugadores habituales. Una vez que todos los números estén hechos por taquilla, sponsoreo de estadio y de ring, pay per view, derechos de televisación para el resto del mundo y el diferido para los Estados Unidos y se deduzcan los gastos de marketing, publicidad, viajes, invitaciones, comidas, cánones y honorarios, Floyd Mayweather embolsará un piso de 350 millones de dólares y Conor McGregor un techo de 100 millones.
Tal como puede advertirse aquí no habrá perdedores. Por el contrario, todos ganarán mucho dinero sin resignar prestigio deportivo. Esto quiere decir que Floyd está retirado del boxeo, por lo tanto no es más campeón mundial y no arriesga nada. Conor McGregorpega un salto económico cuantitativo cumpliendo el «sueño del humilde luchador de jaula» que llega a Las Vegas para medirse con la última gran estrella del boxeo mundial sin arriesgar su prestigio en las MMA. Si gana, pasará a la historia. Y, si pierde, nada cambiará en su carrera a excepción del volumen de su cuenta bancaria. Para la UFC que lidera Dana White este show es lo mejor que podía haberles ocurrido para la difusión y el marketing de las artes marciales mixtas en todo el mundo. Por su parte la T-Mobile Arena, el MGM, Showtime y Mayweather Productions continuarán con su «ley de movimiento productivo», sacando de la galera a riesgo cero un muy buen negocio.
Tal vez este show reentusiasme a Floyd para volver al boxeo luego de la pelea que protagonizarán en el mismo escenario el próximo 16 de Septiembre, Gennady Golovkin y Canelo Álvarez. Ojalá.