Importante. Si es necesario llevar un tratamiento para esto, no pasa nada. Debe asumirse como una especialidad más, un órgano más de los que debemos de cuidar.
La consulta con un psiquiatra se divide en varios momentos. El primero es el abordaje del motivo de consulta en donde el paciente narra al especialista las razones que lo hicieron tomar la decisión de ir a visitarlo, y da cuenta sobre los malestares físicos y mentales que le acompañan y que le hacen buscar esta asistencia.
No se puede pasar por el alto el estigma emocional, social, familiar y hasta laboral que genera el acudir al consultorio de un psiquiatra.
El otro momento se da una vez conocido el motivo de consulta. Es ahí que se levanta la información viendo si hay una historia psiquiátrica anterior, antecedentes familiares en el aspecto de salud mental, hábitos tóxicos y antecedentes patológicos.
“Dentro de los pasos finales de la consulta está el examen mental que es una de las herramientas que nos arroja el posible diagnóstico, y ya con esto se concluye con la parte que se le hace más complicada al paciente, que es cuando se toca el tema de la necesidad de poner un tratamiento para la patología encontrada en la consulta”, explica el psiquiatra José López Mena.
Ante la necesidad de tratamiento, el paciente suele manifestar sus dudas por el consumo de fármaco. “¿Me voy a hacer adicto o dependiente a estos medicamentos?”, es la pregunta que nunca falta. “Con esto inician las limitaciones y el tener que como médico, hacer un rol casi de vendedor, de tener que convencer al paciente de que este tratamiento sólo tiene el objetivo de apostar a su salud mental”, comenta el experto en psiquiatría preventiva, integral y psicosocial.
López Mena resalta que es necesario explicarle que se trata de un tratamiento como cualquier otro, de esos que los demás médicos de otras especialidades suministran a sus pacientes. “Esto nos sirve mucho de ejemplo para hacerle entender que hay otras patologías, como las cardíacas, de endocrinología o gastroenterología que se cronifican en el tiempo porque no tienen cura, sino que se tratan con medicamentos”.
El tratamiento depende de la patología
“Es importante hacerles comprender que en Psiquiatría pasa igual que en otras situaciones de salud y que dependiendo de la patología debe indicarse el tratamiento. Por ello no hay que temer al uso de los fármacos, sólo pensar en la importancia que tiene seguir las instrucciones del especialista para estar mentalmente estable”, sostiene López Mena.
Dice que siempre le explica que mientras la patología esté, el tratamiento estará y que a pesar de tener una mejoría, se deja un tratamiento de mantenimiento para evitar que las recaídas requieran de un internamiento o de uso de altas dosis de los mismos. Sí hay medicamentos que se retiran de forma escalonada para ir observando si los síntomas retornan y se debe volver a la misma dosis que se tenía, comenta.
“Es necesario que orientemos a los pacientes que requieren de tratamientos psiquiátricos. Por eso los invito a que hablemos sin miedos ni tabúes de lo que nos sentimos, y que sepas que siempre hay un familiar, amigo, compañero, psicólogo y psiquiatra dispuesto a ayudarte a encontrarle solución a eso que te ha robado tu salud mental”, puntualiza el especialista.