La actitud de algunos ciudadanos que se consideran de “bajo riesgo” e irrespetan las medidas preventivas contra el Covid-19 está provocando que los médicos empiecen a cuestionarse si realmente vale la pena el sacrificio que realizan al tratar los infectados.
“Estamos agotados, cansados, con sentimientos de impotencia y decepción, enfrentando a un fantasma que no sabemos dónde está y una parte de la población irresponsablemente relaja las medidas impuesta, como también las autoridades no la hacen cumplir”.
Está declaración es compartida por los especialistas, Milci Contreras, de la Clínica Unión Médica de Santiago; Andrés Ureña, del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), y Sergio Díaz, presidente de la Sociedad de Medicina Interna.
Los jóvenes de 24 a 35 años son los más contagiados por el virus en las últimas semanas y son los que en su mayoría se aprecia aglomerados en fiestas y reuniones sociales en videos que circular en las redes sociales violando el toque de queda.
“Con una situación hospitalaria empeorándose, un personal médico contagiándose, exhausto y muriendo, sentimos que ponemos en riesgo nuestra vida para tratar de salvar una gran cantidad de irresponsables que están relajando mas medidas porque la falsa creencia de que pertenecen a la población de bajo riesgo”, externó Sergio Díaz.
Panorama desalentador
El panorama que se avecina en los centros de salud del país por los picos de contagios, que solo dos días produjo 3,260 casos, es descrito por el especialista como un grave problema, debido a que temen de que no haya estructura para albergar a los pacientes críticos.
Díaz afirmó a EL DÍA que la capacidad de intensivo del país está saturada y dijo que el problema no es si se cuenta con suficientes ventiladores, sino que haya más espacio para tratar a un paciente grave aunque no tenga la necesidad de un ventilador.
Los doctores Ureña y Contreras coinciden plenamente con lo anterior, al igual que con todos los colegas con los que se relacionan.
De su lado, Andrés Ureña destacó que no se le puede echar la culpa a la población, porque el apego a las medidas tiene que ver mucho con la educación y aspectos socioeconómicos y culturales. “Jóvenes inconscientes salen a reunirse en la calle, porque saben que son de bajo riesgo, pero que ignoran que pueden contagiar a sus padres abuelos y demás”, dijo.
Del trabajo dijo que terminan cargados.
— Proporción
De los nuevos contagios entre un 15 y un 20% requerirá hospitalizción, según dijo Sergio Díaz, un cinco por ciento de ellos demandará atención en intensivo y menos de un 2% necesitará ventilación, que es lo que se evita.