Medio tiempo de 2021 pasó para economía de RD con más luces que sombras, pero con sustos

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Transcurridos los primeros seis meses y medio del año 2021, los supuestos macroeconómicos que sustentaron las proyecciones económicas del Gobierno se han cumplido entre la abundancia y ligeros retrasos. De todos los referentes utilizados, sólo el petróleo ha tenido un comportamiento netamente adverso.

En líneas generales, el desempeño de las variables de mayor referencia en el diseño del Presupuesto 2021 ha sido negativo para algunos y positivo para otros.

Las buenas y malas noticias han rondado acerca de dos de las principales variables sobre las cuales se estructura el Presupuesto General del Estado: el precio del petróleo y la cotización de la tasa de cambio.

El desempeño de los precios internos, que en los primeros meses del año reflejaba un comportamiento de preocupación, parece que ha iniciado el descenso que el Banco Central proyectó que se daría a partir del segundo semestre del 2021.

Otras referencias presupuestarias, como el comportamiento de la economía local y las de Estados Unidos y la cotización internacional del oro han causado sorpresas agradables unas y sin novedades importantes otras, al comportarse dentro de los parámetros previstos.

Para el 2021 completo el Gobierno previó, y así lo plasmó en el proyecto de presupuesto que fue aprobado por el Congreso, que el barril de petróleo promediaría US$45.50. Pero a la fecha, el oro negro ha sido la mayor sorpresa negativa para el Gobierno, debido a que ya su cotización alcanza aproximadamente un 58 por ciento más cara que la media proyectada para el año completo, que aún tiene un poco menos de 5.5 meses por ejecutar.

La semana pasada el barril del crudo de Texas, que es el referente para la fijación de los precios internos de los combustibles, cedió del remonte de los US$70.00 a que había llegado la anterior. Durante ese período el oro negro estuvo en altibajos y el viernes cerró con una subida del 0,22 % hasta 72,07 dólares el barril, un leve avance con el que se cierra una semana en la que el crudo se pudo recuperar de una caída del 7,5 % el lunes gracias a las perspectivas de una oferta ajustada.

La cotización en alza del petróleo ha sido el mayor reto del Gobierno, por tratarse de un producto que incide directamente en renglones como el transporte, la energía eléctrica y en los subsidios que su alta cotización obliga al Estado a conceder, para no crear un escenario inflacionario con alzas en los pasajes, la factura eléctrica o en los fletes terrestres. República Dominicana es un importador neto de petróleo y sus derivados.

Para no traspasar al precio semanal de los combustibles que presiona el incremento de la cotización del crudo, el Gobierno ha decidido cada semana mantener inalterables los precios de los distintos derivados de petróleo o subir una proporción menor a la sugerida por el alza de costos, con lo que asume una deuda con los importadores, que en las últimas semanas ha rondado en una media alrededor de RD$300 millones. Para dejar sin alteración la cotización de los combustibles durante la semana del 24 al 30 de julio, el monto asumido por el Estado como deuda fue de RD$342.00 millones.

Los compromisos asumidos por el Gobierno durante lo que va de año, para no transferir a los precios combustibles todas las alzas de costos provocadas por el incremento del crudo, superan ampliamente los RD$5,000 millones.

Mientras el crudo ha estado apretando, la tasa de cambio ha sido el factor de compensación, una especie de muro de contención a los efectos inflacionarios importados, esencialmente los originados en las alzas de las materias primas, el petróleo incluido.

Para la elaboración del Presupuesto 2021, el Ministerio de Hacienda y su Dirección General de Presupuesto (Digepres) proyectaron una tasa de cambio de RD$62.30 por dólar.
Actualmente se ha estabilizado alrededor de RD$57.20, nivel que representa una baja de unos 200 puntos con respecto al nivel que alcanzó a principio de año cuando se colocó sobre los RD$59.00 por US$1.00.

Al diseñar el PGE 2021, el Gobierno enfatizó en el esperado comportamiento de elementos que pudieran cambiar las proyecciones, como aumentos en el crecimiento del Producto Interno Bruto, la tasa de inflación, la tasa de interés y los precios del petróleo y el oro, “así como sobre los componentes del Presupuesto”.

Ya a principio de julio el Poder Ejecutivo sometió al Congreso un proyecto complementario, que recoge aumentos en los ingresos y los gastos proyectados para el 2021 en curso.

“Toda ejecución de un presupuesto es susceptible a desviaciones debido a eventos que no son predecibles y que traen efectos sobre los fundamentos del mismo; ya sea los ingresos, gastos o financiamiento”, planteó el Ministerio de Hacienda en el informe explicativo del proyecto de Presupuesto original.

Como precisión agregó que “el PGE 2021 se realiza bajo un contexto de crisis mundial debido a la pandemia del coronavirus (covid-19), por esto es importante analizar los supuestos que se tomarán en cuenta para la formulación del mismo”. En base a ese criterio presentó un análisis sobre los supuestos del Proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado 2021 que se puede utilizar de referencia para identificar las direcciones esperadas de algunos de los posibles elementos que pueden provocar cambios en el entorno macroeconómico. Y destacó que el marco macroeconómico proyecta para el año en curso un PIB real similar al del año 2019.

Esperan demanda global vuelva a la normalidad

El análisis de proyección del Ministerio de Hacienda dice que por otro lado, se espera que la demanda global retorne a valores normales y con ella se restablezcan las cadenas internacionales de suministro. Esto significa un aumento en el saldo comercial dominicano, producto del incremento en las exportaciones, implicando un alza en las utilidades y ganancias de capital.

“En conclusión, el crecimiento de la actividad económica conllevaría a una base imponible más alta y una mayor recaudación por concepto de impuestos en relación con el año 2020”, expuso el MH en esa ocasión.

Mientras tanto, la economía ha iniciado un proceso de recuperación a niveles superiores a los previstos originalmente. En el informe de política monetaria de junio, el Banco Central indicó que en Estados Unidos de América (EUA), “nuestro principal socio comercial, las perspectivas son cada vez más optimistas, apuntando a un crecimiento de 6.7 % para 2021, según Consensus”. En efecto, la economía estadounidense se expandió en 0.4 % interanual durante el primer trimestre de este año 2021.

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