Hay buenas noticias: las cifras de embarazo adolescente en Estados Unidos continúan a la baja y desde 2006 se redujo en casi 50%. Sin embargo, a pesar de la disminución, las adolescentes hispanas siguen teniendo una tasa dos veces más alta que las blancas no hispanas, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) dado a conocer este jueves.
“Estados Unidos ha progresado significativamente en la reducción tanto de los embarazos en la adolescencia como de las diferencias raciales y étnicas, pero la realidad es que muchas adolescentes en este país siguen teniendo bebés”, dijo el director de los CDC, Tom Frieden, MD, MPH. “Al entender mejor la cantidad de factores que contribuyen a los embarazos en la adolescencia podemos diseñar, implementar, evaluar y mejorar las intervenciones para la prevención y reducir más las disparidades”, agregó.
Los investigadores de los CDC analizaron datos a nivel nacional y estatal del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales para examinar las tendencias de los nacimientos en las adolescentes de 15 a 19 años entre el 2006 y el 2014 en los Estados Unidos. El estudio resalta varios patrones claves sobre el embarazo adolescente, además de la disparidad en los números dependiendo de la raza. Las altas tasas de desempleo, los niveles de ingreso y la mala calidad de la educación son factores que se repiten en todo el país.
También se destaca la diferencia entre estados y regiones; incluso en estados con tasas bajas generales, hay condados con altas tasas de embarazo adolescente. El informe aclara que los condados con mayor cantidad de casos se ubican en el sur y suroeste del país.
«Las razones de las altas tasas de embarazo adolescente entre las latinas a menudo varían, pero generalmente se dividen en dos categorías: menos acceso a la información sobre los métodos anticonceptivos y sobre cómo prevenir un embarazo y un menor acceso a los servicios de salud que también puede conducir a una disminución del uso de anticonceptivos o a un uso irregular», explica Liany Arroyo, Senior Director, Health Equity de la National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy.
«También sabemos que una gran parte de nuestra comunidad son de bajo recursos o viven en pobreza. La pobreza es igual una causa y una consecuencia de un embarazo precoz. Sin embargo, nuestra comunidad ha podido bajar la tasa de embarazos entre los adolescentes (51% desde 2006, según lo señala el informe) aunque todavía tenemos más trabajo que hacer».
Según Arroyo, si bien el acceso a la educación y a la atención médica siguen siendo un problema para la comunidad latina, desde 2006 se han puesto en marcha varios esfuerzos para hacer frente a esto.
«En primer lugar, el uso de los medios de comunicación, tanto tradicionales como sociales, han aumentado durante este período de tiempo permitiendo que la información sobre el embarazo en la adolescencia llegue a un público más amplio que en el pasado. Uno de estos recursos es StayTeen.org. Además, desde 2010, la Oficina de Salud Adolescente del departamento de Health Human Services financió programas en todo el país, que se han enfocado en llegar a los adolescentes en sus comunidades y les ha proporcionado información y recursos sobre cómo tomar decisiones congruentes con los objetivos que se desean alcanzar en la vida.
Por último, la aprobación del Affordable Care Act también aumentó el número de familias latinas que ahora tienen acceso a la salud, incrementando así el acceso tanto a la información, como a los anticonceptivos para nuestros adolescentes.
Los embarazos adolescentes le cuestan a los contribuyentes estadounidenses unos 9,000 millones al año yson una de las mayores prioridades de CDC.
“Podemos garantizar el éxito de los esfuerzos de prevención de embarazos en la adolescencia al aprovechar la experiencia y pericia de nuestros colegas de salud pública locales y estatales. Juntos, podemos trabajar para implementar programas de prevención de comprobada eficacia que tengan en consideración las necesidades particulares y locales”, dijo Lisa Romero, Dr.PH., científica de salud de la División de Salud Reproductiva de CDC y autora principal del análisis.
¿Cómo reducir el número de embarazos adolescentes en las latinas?
Numerosas instituciones se encuentran trabajando para tratar de disminuir el número de embarazos precoces en la población hispana del país. Una de ellas es “The Latina A.R.M.Y. – Together for Latinas!”, una organización sin fines de lucro que atiende a más de 800 niñas latinas en los estados de Connecticut, Nueva York y Missouri.
Para Nancy Johnson, cofundadora de la organización, es fundamental que se sigan creando programas dirigidos a esta población vulnerable. “Las latinas luchan por equilibrar una realidad bicultural: su cultura tradicional latina y la cultura de Estados Unidos. A menudo se sienten confundidas, aisladas e incomprendidas. Por eso es importante que tengan acceso a latinas ejemplares en sus comunidades y escuelas, personas con las que puedan hablar de estos retos (como el embarazo precoz)”, comentó Johnson.
Isaac Maddow-Zimet, investigador del Guttmacher Institute, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación sobre salud sexual y reproductiva, comentó que es muy importante que a todos los adolescentes latinos se les dé la información y los servicios que se necesitan para prevenir embarazos no deseados y para que logren alcanzar sus objetivos de vida. “Esto incluye educación sexual íntegra y el acceso a una amplia gama de métodos anticonceptivos”, agregó Maddow-Zimet.
La Oficina de Salud de los Adolescentes ha publicado una lista de 44 programas que han probado ser eficaces en la reducción de los embarazos adolescentes. Los programas son variados ya que lo que puede ser eficaz en una comunidad puede no serlo en otra.
Sin embargo, para Arroyo, una cosa que es importante tener en cuenta es que ningún programa puede ocupar el lugar de un padre o de un adulto de confianza que tenga conversaciones coherentes y honestas, a partir de una edad temprana, con su niño o adolescente.
“Los padres y los adultos latinos”, señala, “quieren tener esas conversaciones pero no saben cómo. Lo importante es buscar a los recursos (LaCampanaNacional.org tiene recursos en español para los padres y otros adultos) que puedan ayudar a que estas conversaciones sucedan”.