No hay muchos lugares donde el cañonero dominicano de los Medias Rojas, David Ortiz, pueda andar por las calles sin ser reconocido.
Pero ese fue el caso el jueves por la tarde, cuando Ortiz paseó por Minneapolis sin que nadie lo detuviera para pedirle una foto o un autógrafo. Esa es una de las cosas que el veterano siempre ha disfrutado de la ciudad donde vivió hace más de una década, cuando era integrante de los Mellizos.
«Minnesota siempre es bien relajado», dijo Ortiz. «Siempre fue maravilloso estar Minnesota. Le estaba explicando a alguien como era jugar en el Metrodome. No es el caso aquí en el Target [Field]. Este estadio es bello, un estadio donde te dan ganas de salir y jugar».
«Sé que a los fans le encanta estar afuera» agregó Ortiz, quien recibió un tarro de mantequilla de maní personalizado como obsequio de parte de los Mellizos en una ceremonia antes del partido del viernes. La novena de Minnesota también hizo donación caritativa de US$10,000 en nombre de Ortiz. «Minnesota es un lugar maravilloso. Eso les digo a los amigo cuando hablo acerca de Minnesota. Hablo de lo limpio que es Minnesota. Siempre me da gusto regresar».
Ortiz pasó partes de seis temporadas con los Mellizos de 1997 al 2002, pero en ese tramo no llegó a disputar más de 130 juegos en una temporada y se vio entorpecido por diversas lesiones. En su última temporada con Minnesota, bateó .272 con 20 jonrones y 75 remolcadas, pero fue dado de baja por el club el 16 de diciembre del 2002.
Ortiz terminó firmando con Boston en el 2003. Desde entonces, ha ganado tres Series Mundiales, ha sido convocado a nueve Juegos de Estrellas y podría estar destinado para el Salón de la Fama.
Ortiz dijo que su visita a Minneapolis le hizo recordar un consejo que recibió cuando era un jugador joven con los Mellizos que aún lleva consigo. ¿El veterano quien se lo dio? Nada más y nada menos que el actual manager de Minnesota y Salón de la Fama Paul Molitor, quien se encontraba en la recta final de su carrera.
«Fue en un juego contra los Medias Blancas en el Metrodome», rememoró Ortiz. «Hubo una jugada y le pregunté a Paulie, ‘¿Alguna vez habías visto una jugada así?’ Y me contesto, ‘No, pero recuerda, muchacho, que nunca vas a terminar de conocer el juego y de ver cosas [nuevas]. Siempre pasa algo novedoso'».
Molitor, quien tiene casi 60 años de edad, habló acerca de éxito que ha tenido Ortiz después de su cumpleaños 40, igual que el Salón de la Fama.
«Si fue compañero de equipo mío, sabes que se está poniendo viejo», dijo Molitor. «Ese fue el caso en 197 y 1998. Tengo muchos buenos recuerdos – ninguna anécdota específica, sino mucha risa, juegos de caratas, cosas así».
Aunque los fans de los Mellizos fantasean sobre cómo hubiesen sido las cosas si Ortiz hubiera permanecido con Minnesota. Lo que es seguro es que el quisqueyano no disfrutaría del anonimato del que goza en las Ciudades Gemelas.
«Ni idea», dijo Ortiz al respecto. «Es algo que nadie sabe».