Un hombre ha muerto en el hospital después de que a primera hora de esta mañana un individuo atacara con un cuchillo a varios pasajeros en unaestación de tren de Grafing, en los alrededores la ciudad alemana deMunich. El ataque habría dejado cuatro heridos, todos ellos varones, y uno de ellos ha fallecido posteriormente.
Las fuerzas de seguridad alemanas investigan una presunta motivación política en el acuchillamiento múltiple, pero no descartan tampoco que el agresor tenga problemas mentales o padezca algún tipo de adicción a las drogas.
El ministro de Interior del estado federado de Baviera, Joachim Herrmann, indicó a los medios en el lugar del ataque que “aún se ha de aclarar hasta que punto hay otras motivaciones u otras cuestiones como perturbaciones (mentales) o adicción a las drogas”.
La Fiscalía estatal de Múnich había informado poco antes en un comunicado de que “el atacante realizó declaraciones en el lugar de los hechos que llevan a deducir una motivación política”, en relación a los gritos de “Allah akbar” (Dios es grande), que el agresor dio durante el ataque, según varios testigos.
Por el momento la policía investiga en todas las direcciones. El atacante es un joven de 27 años, sin antecedentes y de nacionalidad alemana, explico Hans-Peter Kammerer, portavoz de la policía.
Según la primera reconstrucción policial de los hechos ofrecida por el portavoz de la Oficina de lo Criminal (LKA) de Baviera, Karl-Heinz Segerer, a la cadena de noticias “N24”, el agresor llegó a la estación de tren de Grafing poco antes de las 04.50 hora local (02.50 GMT).
Entonces entró en un tren de cercanías y atacó por la espalda y con un cuchillo de unos 10 centímetros de hoja a la primera de sus víctimas, un hombre de 50 años que acabó muriendo en el hospital. A continuación volvió a salir a los andenes y allí acuchilló a su segunda víctima, que resultó herido grave, y de seguido, ya en la plaza situada frente a la estación, atacó a dos ciclistas, ingresados con heridas leves.
Los tres heridos, según el comunicado de la fiscalía, tienen 58, 43 y 55 años, tenían intención de desplazarse a Múnich para ir a trabajar y se encuentran ahora en distintos centros hospitalarios de la zona.
Varios agentes de policía que se encontraban en las cercanías de la estación se acercaron de inmediato al lugar de los hechos y detuvieron al atacante en los andenes sin que éste opusiera resistencia, explicó Segerer.
El joven no ha explicado los motivos que le llevaron a cometer este ataque y la policía ha explicado que hasta el momento no ha cooperado con los investigadores. Mientras tanto, los investigadores siguen trabajando en la estación, que permanece cerrada a los pasajeros y con el tráfico ferroviario interrumpido.
En el andén están analizando los abundantes restos de sangre que ha dejado el ataque y las huellas de pies descalzos pertenecientes presumiblemente al agresor. Segerer recalcó que el agresor actuó en solitario y que “se descarta totalmente cualquier peligro para la población”.