El Gobierno de México presentó este miércoles un vídeo del fallido operativo llevado a cabo en la ciudad de Culiacán, en el noroccidental estado de Sinaloa, el pasado 17 de octubre en el que Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, no ofrece resistencia y pide parar la violencia.
«Ya paren todo oiga, ya me entregué, ya paren todo, por favor. Ya paren todo, ya tranquilos, ya ni modo. Dígales que se retiren. Pero ya dígales, ya no quiero que haya desmadres. ¡Ya no quiero que haya desmadre por favor!», se escucha decir a Ovidio Guzmán en el vídeo.
En la grabación se observa que a las 15.17 hora en Ciudad de México (14.17 hora en Culiacán y 20.17 GMT) -cuando la ciudad ya se encontraba en pleno caos- Guzmán sale a un estacionamiento con las manos en la cabeza y, luego de ser puesto contra la pared, realiza una llamada telefónica en la que pide a uno de sus hermanos que cesen la violencia contra la ciudadanía.
Previamente, antes de la llamada, una mujer que le acompañaba se mostró visiblemente nerviosa, pidiéndole explicación a los miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional.
Estos le piden que se tranquilice y le dicen que no son miembros de grupos criminales.
Según el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, una media hora después del suceso del vídeo, se informó al presidente Andrés Manuel López Obrador de lo que estaba ocurriendo.
Aproximadamente una hora después de la operación, se reportaron vehículos con gente armada rodeando la casa donde se llevaba a cabo el operativo, y también en las bases militares de operaciones de Cosalá, Costa Rica y El Fuerte, donde se retiene a parte del personal militar.
Horas después, Ovidio Guzmán fue dejado en libertad cuando el Gobierno mexicano se vio superado por el poderoso cártel de Sinaloa.
El Gobierno de México tomó la decisión de soltar al hijo del Chapo bajo el argumento de que así se podía proteger la vida de los ciudadanos de Culiacán.
El presidente López Obrador ha defendido en distintas ocasiones que él respaldo dicha decisión de su gabinete de seguridad pues su estrategia de seguridad no pasa por una confrontación directa con el crimen organizado, sino por atender las causas sociales que inclinan a las personas a la delincuencia.
Este miércoles, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, reiteró que su confianza en el plan contra la violencia pese a que el operativo resultó fallido, que calificó de acción «precipitada».
«Decidimos no continuar con la idea conservadora de la guerra contra el narco, esa estratega belicista no solo trajo la violencia desde el poder público sino que las propias instituciones de seguridad se convirtieron en protagonistas de esa violencia, como pudo haber sucedido en Culiacán», dijo Durazo.