La Policía finlandesa arrestó por presunto fraude a una mujer iraquí que denunció al Estado finlandés ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), después de que el país nórdico denegara el asilo a su padre y lo devolviera a Irak, donde supuestamente fue asesinado un mes más tarde.
La Oficina Nacional de Investigación de Finlandia (KRP) acusa a la mujer, identificada únicamente por sus iniciales N.A., de dos delitos graves de fraude y falsificación de documentos, ya que tiene indicios de que el padre está vivo y de que su hija falsificó su certificado de defunción.
El caso se remonta a 2017, cuando las autoridades finlandesas denegaron la petición de asilo de un ciudadano iraquí, antiguo militar durante el régimen de Sadam Husein, pese a que antes de llegar a Finlandia había sobrevivido a dos atentados y se sentía amenazado.
El hombre, nacido en 1971, regresó a Bagdad al serle denegado el asilo y un mes después, en diciembre de 2017, fue asesinado de tres disparos, según denunció su propia hija ante el TEDH.
El suceso provocó un gran revuelo en Finlandia y las políticas de asilo del país nórdico quedaron en evidencia cuando el pasado noviembre el Tribunal de Estrasburgo dictaminó que Helsinki violó dos artículos del Convenio Europeo de los Derechos Humanos.
El TEDH obligó al Estado finlandés a indemnizar a la demandante con 20,000 euros por daños morales y a pagarle además 4,500 euros en concepto de costas judiciales.
Tras el fallo del tribunal europeo, las autoridades migratorias del país nórdico empezaron a revisar centenares de solicitudes de asilo denegadas y meses después la Policía lanzó una investigación sobre el caso.
Tras pedir la colaboración de las autoridades iraquíes, estas confirmaron que el certificado de defunción presentado como prueba ante el tribunal europeo es una falsificación, lo que precipitó la detención de la hija.