No hay otra disciplina más necesaria: despertar siempre a la misma hora.
La frase de un carpintero del barrio de los Actores, en Lisboa:
La hora de acostarse nada tiene que ver con la hora de levantarse.
Seguir instrucciones como un aprendiz de la madera.
Levantarse siempre a la misma hora.
El embajador del Reino Unido en Lisboa celebra el 25 de abril tocando el piano.
La fiesta de la revolución en Portugal.
Nuestra Señora de las Ventanas canta a las 3:00 de la tarde.
Chico Buarque: desafortunadamente, no estoy ahí.
El cantante Lluís Lach enseña catalán con ritmo político.
¿Puede el ritmo ser político? Sí, es la respuesta.
Engels se llamaba a sí mismo: el General.
Un general de las ideas, comanda el pensamiento con mano firme.
No: comanda el pensamiento con cabeza firme.
Duro frente a cada uno de los soldados.
Un pensamiento está siempre a la orden: alto aquí, alto allí.
Ahora al suelo, ahora sentado, ahora acostado.
Ahora el pensamiento se hace el muertito.
Así es un general mental: manda sobre los pensamientos.
Tres generales en la misma cabeza y tendrás un loco, esquizofrenia.
El sociólogo estadounidense Nicholas Christakis: «el ser humano está programado para ser bueno.»
Sondeo: «Un 12% dijo que estaba listo para dar su vida por un extraño. Un 31% por mil extraños», etc.
Prefiero que sigas vivo en mi lugar.
Darwin agarrado en curva, obligado a asumir su error.
El 12% de los humanos no son humanos, sino extraterrestres.
En México, un videojuego con el Dr. Gatell, el encantador subsecretario de Salud.
El personaje del Dr. Gatell se lava las manos y recibe más puntos por ello; patea personas que están en la calle y las manda a su casa.
Tal vez existan dos generales en la cabeza.
El general evidente y el general oculto o subterráneo.
Engels no hacía la guerra sólo en su cerebro.
Estaba fascinado por el «arte de la insurrección» distribuida por las ciudades.
Alexander Kluge, a propósito de Marx: lo muy pequeño «sólo se hace visible cuando se le observa durante un largo período de tiempo».
Lo invisible, con los años, se convierte en algo mínimo y después en un mundo.
Las estadísticas lo demuestran claramente:
«Encerrados en casa, los portugueses quieren saber cómo dejar de fumar. Y no piensan en el matrimonio.»
El hombre sociable, del que hablaba Aristóteles, escribe Kluge, «nace de la sociedad y no de las madres.»
Dos nacimientos, por lo tanto: el natural y el social.
La fecha de uno la conocemos: nacido en.
La del otro no.
¿En qué fecha naciste para la ciudad?
Pensar en personas que aún no han nacido para la polis.
Sólo han nacido una vez.
Postales secretas de FW.
«Mi madre siempre me dijo que me arrepentiría de las cosas terribles que dije de ella. Tenía razón.»
«Me da miedo disciplinar a mis pequeños por la forma en que mi padre me disciplinó a mí. Veintinueve años después, me sigue doliendo», dice otra postal secreta.
En Suiza, artistas circenses hacen malabarismos frente a una residencia para ancianos.
El rey de Tailandia, Rama X, eligió para aislarse el Grand Hotel Sonnenbichl, en Garmisch Partenkirchen, que en otro tiempo fue usado por los nazis como hospital.
El hotel sólo se reabrió para recibir al rey de Tailandia, a 40 concubinas, etc.
Cioran insultaba el temor a la enfermedad.
Estar saludable era el resultado de huir de los riesgos, no de ser valiente.
Esta frase terrible de Cioran: “la salud es una ausencia de intensidad.”